La tercera edición del Llescas i Sobrasadas ofreció este viernes un auténtico espectáculo a las cerca de 1.000 personas que se congregaron en el Pavelló Menorca. La velada se alargó casi seis horas, ya que empezó a las 19.30 horas (media hora más tarde de lo previsto) con una exhibición de Joc Maonès y finalizó cerca de las 01.00 horas de la madrugada con el asombroso KO del menorquín Ignacio Capella sobre el argentino Héctor Herrera.
La principal causa de la demora general fueron los dos traslados al hospital de los peleadores Yoni Daniel Solano e Ilyas Baghli. Ambos fueron noqueados en el octavo y décimo combate por Mario Díaz y Rubén Ejarque, respectivamente. Preservando la salud de los deportistas, la ambulancia debía estar presente en todo momento, por lo que la velada no se reanudó hasta que el vehículo de asistencia regresó pasada media hora del primer trayecto con Solano y otra media hora del segundo con Baghli.
Las emociones estaban a flor de piel, motivo por el que se produjeron momentos inolvidables. Durante uno de esos parones y después de haber conseguido el triunfo por KO, Ejarque aprovechó para pedirle matrimonio a su mujer y recibir el ‘sí, quiero’ delante de un público entregado.
El sofocante calor que infundan las instalaciones del Pavelló Menorca dificultaron el seguimiento de la velada durante tantas horas, agravando la deshidratación de los protagonistas en el octágono y de los seguidores en las gradas. De cara a futuras ocasiones, el pabellón requeriría afrontar una seria reforma que garantice la ventilación del mismo con tal de preservar el bienestar de los asistentes y de los participantes, ya sea en espectáculos de deportes de contacto, partidos de baloncesto u otro tipo de eventos.
Acción con el Superfight Grappling
Pablo Colado y Borja Aguiló abrieron la velada con Superfight Grappling (68 kilogramos) con una intensa pelea de apenas un minuto. Aguiló se ganó a su público al vencer a su rival por la vía rápida con un mataleón.
Inmediatamente después (94 kilogramos), llegaba el turno de Frank Muñoz. ‘La Pantera’ de Ciutadella, en el último combate de su carrera, se veía las caras con el ibicenco Óscar Aymerich, quien saltaba al octágono portando la indumentaria de la UD Mahón. Desde un primer momento, Muñoz fue directo a por su rival, quien resistía con pundonor en el suelo durante largos minutos. Una vez lograba levantarse, tenía la mala suerte de empujar a ‘La Pantera’ contra la reja y en la caída de ambos, Muñoz lo capturaba con facilidad sin posibilidad de dar la estocada final.
A sus 46 años, Óscar aguantó en inferioridad los seis minutos que duró el combate, pero el jurado le dio la victoria a una ‘Pantera’ muy superior desde el principio, quien fue obsequiado con el pack de queso y sobrasada otorgado a cada uno de los quince ganadores de la noche.
En el último turno (84 kilogramos), el sevillano con experiencia en UFC, Enrique Marín ‘Wasabi’, se llevaba el triunfo ante Álvaro Martínez en un combate breve, pero emocionante de principio a fin.
Hora del Bare Knuckle con guantillas
Así pues, Tomás Corridori y Juan Manuel Almonte abrían el telón del Bare Knuckle con guantillas (74 kilogramos) en la cuarta pelea de la noche. Un zurdazo de Corridori directo al rostro de Almonte provocaba el zarandeo y la caída de este último al suelo. La pelea se detenía por un momento a causa de la hemorragia en la cara, aunque se reanudaba poco después.
Almonte reiniciaba a base de swings mientras que Corridori se mantenía a la expectativa castigando el exceso de intensidad de su contrincante. El primer asalto era para Corridori, quien empezaba el segundo con una muy buena defensa en guardia protegiéndose de las brazadas de un Almonte muy agotado. No haría falta un tercer round porque Corridori vencía por parada técnica de KO.
Adam Essekkak y Freddy Villena proseguían (70 kilogramos) con una pelea muy entretenida y que se resolvió con el voto de los jueces. Essekkak, que iría ganando serenidad con el paso de los asaltos, arrancaba algo atolondrado por los directos de un Villena muy concentrado. En el segundo round, que parecía de Essekkak, Villena conectó un golpe clave y logró arrinconarlo. En el tercero, el intercambio de golpes fue muy certero e igualado por ambas partes, repitiéndose dicha igualdad en el cuarto y último. Finalmente, la regularidad de Villena obtendría la recompensa del jurado.
A continuación, el paraguayo Christopher Ortiz y Gonzalo Ezequiel, del Pro Box Menorca, se enfrentaban en una contienda (70 kilogramos) que reservó toda su acción para el tercer asalto. Gonzalo empezó a lucir un buen striking en el momento más álgido y tenso del combate con la valentía por bandera. En el cuarto y último asalto, Gonzalo llevó a Cristopher a la reja, pero este se rehizo con un golpeo directo memorable que dio la vuelta a la tortilla. Con la nariz ensangrentada, Gonzalo aguantaba, pero Christopher se lo acabó llevando por decisión unánime al conectar varios golpes ganadores.
Paso a las MMA Amateur
Tras un breve primer descanso de diez minutos, Rafel González y Álvaro Aragón estrenaban la modalidad de Artes Marciales Mixtas Amateur (70 kilogramos) con una de las batallas de la noche. El de Ciutadella venció por decisión unánime del jurado mostrando todo su repertorio de habilidades. Aragón, que intentaba llevarse al suelo a su contrincante siempre que veía una oportunidad, sufrió con las patadas de González. De hecho, una le llegó a quitar el protector bucal. El árbitro tardó varios instantes en darse cuenta de lo sucedido hasta que paró el combate. En la reanudación del tercer asalto, el de Ponent remató la faena a base de puños con su rival en el suelo.
La tercera edición de Llescas i Sobrasadas viviría su primer parón forzado con la última pelea de MMA Amateur (70 kilogramos) entre Yoni Daniel Solano y Mario Díaz, quien dejaría KO a su rival con el primer nocaut de la noche y uno de los más especiales. El luchador de 19 años natural de Es Castell firmó un golpe mágico: un crochet de espaldas que tumbó a su rival y levantó a toda la grada de Bintalfa. De hecho, Solano quedó tan conmocionado que tuvo que ser retirado en camilla y trasladado en ambulancia hasta el hospital. Durante el combate, Mario logró completar hasta tres súplex que dejaron mermados a su adversario, tan espigado como él. Ambos hicieron gala de una técnica depurada y una admirable agilidad en el movimiento de piernas, dejando así una pelea para el recuerdo.
Con la ambulancia de camino, los honderos rindieron homenaje al nombre original del Levium Armorum Team, equipo del ganador Mario Díaz, con una exhibición de tiro con honda.
Profesionales y K1
A la vuelta del vehículo sanitario, Diego Levante y José Mejía inauguraban la MMA profesional (66 kilogramos) con un combate de menores pulsaciones. Después de dos minutos de puro tanteo, Diego Levante se llevó la victoria por mataleón de manera cómoda y en solo tres minutos.
No obstante, el décimo combate iba a revivir emociones fuertes entre Rubén Ejarque e Ilyas Bahhli regresando al Bare Knuckle con guantillas (64 kilogramos). El comienzo fue tan eléctrico que Ejarque salía victorioso en uno de los primeros intercambios de golpes al conectar un directo letal que le valió el triunfo por KO.
El entrenador de Ghabli recriminaba con celeridad la celebración de Ejarque en un octágono en el que Ilyas yacía en el suelo asistido por las asistencias médicas. Ejarque pedía perdón enseguida dirigiéndose a la grada y se abría en canal al coger el micrófono confesando que le pudo la emoción del momento. «Acabo de cumplir 40 años hace unos meses y me emocioné, lo siento. Esa fue mi manera de celebrar, no quise faltar el respeto a nadie. Lo siento mucho», confesaba entre los aplausos de un público que lo vitoreó cuando se arrodilló para pedirle matrimonio a su mujer Ana, quien accedió brindando un final feliz.
Una vez completado todo el protocolo, Marco Venancio y Samuel Salmos reanudaban el show en el único combate de K1 Pro (74 kilogramos), en el que ambos hicieron gala de una gran habilidad de piernas y un dominio excelso en la combinación de jabs y directos. Es por ello que el primer asalto finalizaba con una gran igualdad por lo alto. Salmos se sentía cómodo esquivando los intentos de Venancio, quien era amonestado por golpes peligrosos. Al tercer asalto, la pelea estaba siendo muy física, llevando a ambos hasta la extenuación. Pese a la serie de buenos directos que enganchó el brasileño, Salmos rozó el KO en varios instantes y acabó ganando por unanimidad.
Luigi Quezada y Cristian Cañas saltarían al octágono minutos después para volver al MMA Profesional en un combate polémico. Tras un minuto de puro respeto en el tanteo, llegó el momento de ir al suelo, con momentos para unos y otros. No obstante, el colombiano Cristian Cañas triunfaba al derrotar por KO a los puños a un Quezada rendido en el suelo. Su celebración con voltereta incluida mientras su rival estaba tendido no gustó nada al público, que se lo hizo saber con una sonora pitada.
Uno de los protagonistas más esperados de la noche, Mattia ‘El Humilde’ Giordano, vencía poco después por rendición a Lucas Marcondes en la misma modalidad (61 kilogramos). El del Levium Armorum se deshizo del enredo en el suelo y empezó a machacar a base de puñetazos directos al rostro de Marcondes, cuyo entrenador tiró la toalla para que el combate se detuviera cuanto antes. «Me esperaba un rival con mejor preparación», espetaba ‘El Humilde’ al término de la batalla.
Llegaba el penúltimo combate de la noche y el anfitrión de la misma. Fabià Sintes se medía en Bare Knuckle con guantillas (68 kilogramos), una disciplina en la que no es especialista, a un Ibrahima Diallo que le puso las cosas difíciles. ‘El Potro Menorquín’, con el público a su favor, empezó a lucir una mayor pegada en el tercer round, el cual sirvió de preludio para un cuarto y último en el que Sintes se empezó a tambalear tras recibir un golpe directo en la cara, del cual se rehizo mandando a su rival a la reja. Poco le faltó para sentenciar con un nocaut, pero aún así los jueces eligieron al insular vencedor por unanimidad.
En la última y decimoquinta batalla, en MMA Pro (68 kilogramos), Ignacio Capella dejó un directo ganador que supuso su victoria por nocaut en un combate que llegó a tener perdido. Antes del inicio del tercer asalto, su rival Héctor Herrera ya lo celebraba con su entrenador eufórico, pero el árbitro pedía calma. Capella, visiblemente mareado, parecía no no poder continuar y requería la atención de las asistencias. Pero en un giro radical de los acontecimientos, la pelea continuó en su tercer y último asalto. Ambos venían golpeando de forma dura y contundente hasta en los jabs, y agarrándose de manera feroz contra la reja y el suelo del octágono. Capella llegó a estar al borde del KO, aturdido encajando golpes y muy lento en los movimientos.
En un último round más calmado por la falta de potencia necesaria para someter al rival, Capella, que era acorralado contra la reja, logró crearse el espacio justo y necesario para soltar un directo ganador jaleado por todo el público, que vibró de lo lindo con una actuación memorable. Al mismo tiempo, mientras las asistencias brindaban ayuda médica a un Herrera tendido en el suelo, el entrenador de Herrera recriminaba al árbitro no haber intervenido por un supuesto golpe en la nuca por parte del luchador local del Levium Armourm.
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Enlace de origen : Los menorquines triunfan en una gran edición del Llescas i Sobrasadas