En concreto, el Consistorio ha explicado que, con datos de agosto de 2024, se han identificado 48 abonados, mayoritariamente establecimientos turísticos.
Este requerimiento se enmarca en el plan de gestión sostenible del agua y de emergencia por sequía, aprobado definitivamente por el pleno municipal el pasado 27 de junio de 2025. Según el documento, se consideran grandes consumidores aquellos abonados con un consumo anual superior a los 5.000 metros cúbicos.
Los planes de uso eficiente deberán establecer objetivos tangibles de reducción y optimización del consumo, que serán aprobados por el Ayuntamiento. Además, cada dos años se deberá presentar una auditoría del uso del agua para evaluar el cumplimiento de las medidas.
Entre las actuaciones que deben incluir estos planes destacan la implantación de sistemas de bajo consumo y la revisión periódica para evitar fugas, la formación del personal y concienciación de los clientes en relación con un consumo responsable y el uso de sistemas de riego eficientes.
Además, han de planificar la adaptación progresiva de los jardines hacia vegetación mediterránea de bajo consumo, conectarse obligatoriamente a las futuras redes de aguas regeneradas para el riego de zonas verdes y, en el caso de los principales grandes consumidores, han de incorporar medidas más ambiciosas como el uso de aguas regeneradas para el riego o la utilización de aguas saladas para el mantenimiento de piscinas.
El Ayuntamiento ha recordado que, de acuerdo con el Plan Hidrológico de Baleares 2022, queda prohibido el vaciado total de las piscinas públicas y privadas al final de la temporada, salvo por reparaciones o motivos sanitarios.
Además, ha señalado que ya se ha notificado a algunos establecimientos turísticos del municipio que superan ampliamente el umbral de los 5.000 metros cúbicos anuales, con consumos que oscilan entre los 13.000 y más de 40.000 metros cúbicos al año.
