Eivissa apuesta cada vez más por la agricultura ecológica

La agricultura ecológica está viviendo un buen momento en Eivissa. Así lo demuestran los datos del Institut de Recerca i Formació Agroalimentària i Pesquera de les Illes Balears (IRFAP) y el Consell Balear de Producción Agraria Ecológica (CBPAE), recogidos en el informe de sostenibilidad que elabora la entidad IbizaPreservation con la financiación del Consell d’Eivissa, que ponen de manifiesto que la superficie agraria útil (SAU) en ecológico en la mayor de las Pitiüses creció un 4,8% en 2024 respecto a 2023, con un aumento de 67 hectáreas hasta alcanzar las 1.452, lo que representa el 18,7% del total del suelo agrícola de la isla.

El informe de IbizaPreservation también revela que Eivissa ha duplicado prácticamente su superficie ecológica en los últimos cuatro años: de 792 hectáreas en 2020 a 1.452 en 2024, con un crecimiento constante año tras año (1.023 ha en 2021; 1.278 ha en 2022; 1.385 ha en 2023). «Estamos en un momento de crecimiento muy notable. Estos datos nos sitúan en una posición muy positiva porque refleja un interés creciente tanto del sector agrícola como de los y las consumidoras. Cada vez hay más conciencia de que este es el camino para garantizar un futuro sostenible», explica Inma Saranova, directora ejecutiva de IbizaPreservation.

Saranova recuerda, también, la importancia de que una isla como Eivissa apueste por la agricultura ecológica, pues se trata de un «territorio insular, con recursos muy limitados y una elevada presión por parte del turismo. Al mismo tiempo, sólo el 4% de los alimentos que se consumen en la isla se producen en ella. Por eso, apostar por la agricultura ecológica es, precisamente, apostar por la soberanía alimentaria de la isla, por la calidad de lo que comemos y, también, por la conservación de nuestros paisajes, ya que reduce nuestra enorme dependencia de productos importados y ayuda a frenar la pérdida de suelo fértil y de agua, dos problemas clave en la isla», según precisa.

LAS DIFERENCIAS.

Pero, ¿qué es exactamente lo que diferencia a este tipo de agricultura de la considerada más tradicional? «La agricultura ecológica se basa en prácticas respetuosas con la tierra, sin uso de pesticidas ni fertilizantes químicos de síntesis. Se centra en mantener la fertilidad del suelo de manera natural y en preservar la biodiversidad», además, Saranova añade que «la agricultura convencional depende más de insumos externos y suele priorizar la productividad inmediata. En el caso de la ecológica, hablamos de alimentos más saludables, con menos residuos químicos y de un sistema agrícola que cuida a largo plazo de nuestros recursos naturales».

Eivissa agricultura ecológica
El mayor incremento de superficie ecológica entre 2023 y 2024 se registró en las hortalizas y tubérculos.

Al tratarse de un tipo de agricultura que no usa químicos, por ejemplo, tiene notables beneficios sobre la salud, ya que «reduce la exposición a pesticidas». Además, presenta beneficios para el medio ambiente «porque protege el suelo, la biodiversidad y el agua. Y también tiene ventajas para la economía local porque este tipo de agricultura fomenta un modelo más cercano y menos dependiente de las importaciones. En definitiva, la agricultura ecológica no solo produce alimentos de calidad sino que genera bienestar para toda la sociedad», afirma Saranova. Recalca, también que existe concienciación social sobre la importancia de consumir este tipo de agricultura, «sobre todo en determinados sectores de la población», pero reconoce que «aún queda mucho camino por recorrer».
«Muchos consumidores valoran lo ecológico por salud o por sabor, pero no siempre conocen el impacto positivo que tiene sobre el territorio y los recursos naturales. La divulgación es clave: explicar que comprar ecológico es también apoyar a la payesía local y proteger nuestra tierra y nuestro agua», explica la directora de IbizaPreservation.

LA TIPOLOGÍA.

Por cultivos, el mayor incremento de superficie ecológica entre 2023 y 2024 en Eivissa se registró en las hortalizas y tubérculos, ya que su superficie ecológica aumentó un 35,4%. También se registraron incrementos en el abono verde (+8,5%), los forrajes y pastos (+6,9%), la viña (+6,5%), los frutales (+6,4%) y los frutos secos (+5,0%). La isla de Eivissa, según destaca Saranova, tiene un «clima mediterráneo con veranos cada vez más secos y calurosos», por lo que se favorecen los cultivos resistentes como pueden ser el algarrobo, el olivo o la higuera, «todos con una gran tradición en la isla. También hay mucho potencial en productos hortícolas de temporada, en hierbas aromáticas y en cereales adaptados a secano. De cara al futuro, reforzar estos cultivos tradicionales pero dándoles un valor añadido ecológico puede ser una forma de combinar identidad local con sostenibilidad», precisa la directora de IbizaPreservation.

Por municipios hay que tener en cuenta que todos aumentaron su superficie agrícola excepto Sant Josep de sa Talaia, que experimentó un descenso del 7,5%, algo llamativo debido a la extensión del terreno que presenta, ya que junto con Sant Joan de Labritja, es el más grande de Eivissa. «Este dato puede deberse a varios factores: desde la presión urbanística y turística sobre el territorio hasta la falta de relevo generacional en el campo. También puede influir que en algunos lugares aún faltan incentivos o apoyo técnico para dar el salto a lo ecológico. Es un reto y, al mismo tiempo, una oportunidad para trabajar con este y otros municipios y ayudar a que ese potencial se traduzca en superficie ecológica», explica Saranova.

Paisaje ecologico
Apostar por la agricultura ecológica en un contexto de déficit hídrico como Eivissa es clave.

Por contra, el mayor crecimiento se produjo en Sant Joan, con un incremento del 19,8%, lo que supone 49 hectáreas más que se cultivan ya bajo este modelo. Le sigue Sant Antoni de Portmany, con un 12,9% más (39 hectáreas adicionales) y Santa Eulària des Riu, con un 4,1% más (7 hectáreas). En el municipio de Eivissa, que en años anteriores no disponía de superficie en ecológico, en 2024 se incorporaron cuatro hectáreas de suelo agrícola bajo este sistema. En cuanto al número de operadores, en el que se incluyen tanto a productores como a elaboradores de alimentos, se mantiene la tendencia al alza de la última década, ya que «se ha más que duplicado desde 2014, pasando de 73 a 161. Entre 2023 y 2024 se pasó de 159 a 161 operadores, con cinco nuevos elaboradores y tres productores menos», precisan. En cuanto al rebaño ecológico, en Eivissa «únicamente hay producción de ovino y avícola. En 2024, el número de ovejas se redujo un 62,6% respecto a 2023, mientras que las aves se mantuvieron prácticamente estables con 7.525 ejemplares, una ligera disminución del 2% frente a las 7.684 de 2023.

«Seguir ampliando la superficie ecológica es clave en un contexto de estrés hídrico y de eventos climáticos adversos. Además de mejorar la fertilidad del suelo, la biodiversidad y la autosuficiencia alimentaria local, este modelo también fortalece la salud de las personas consumidoras y contribuye a mantener vivo el tejido rural de la isla», añade Elisa Langley Ribas, coordinadora del Observatorio de Sostenibilidad de IbizaPreservation. Por su parte, Saranova destaca que «el crecimiento sostenido de la agricultura ecológica en la isla es una buena noticia, pero aún queda camino para llegar al 25% que marca la estrategia europea ‘De la Granja a la Mesa’ de aquí a 2030. Alcanzar esa meta es posible si se mantiene el compromiso conjunto de administraciones, productores y ciudadanía», concluye.

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