El calvario de los cortes de luz para las empresas alimentarias de Maó: «Hay que cambiar el cable»

Una serie de microcortes de la red eléctrica en un tramo concreto de Poima, y que durante el jueves y el sábado de la semana previa afectó en el suministro energético de la zona, se ha convertido en un calvario para algunas empresas que se alojan allí.

Fundamentalmente, las que se dedican al sector alimentario y cuya actividad precisa del uso de grandes cámaras frigoríficas, entre otra logística. Además, el temor, confiesa uno de los afectados, es que esta situación se reproduzca a lo largo de todo el verano.

Las causas

Así se presume en función de la causa que, desvelan los perjudicados, origina el problema; «se hizo un aumento de potencia en la línea, se cambió un tramo y el otro no, y hasta que no se cambie el cable, estaremos igual, seguramente dentro de dos días suceda otra vez», expone por su parte un empleado de Duchisela, otro de los negocios perjudicados por estas idas y venidas de luz, y desde donde además se señala directamente «a Endesa».

«Es como luchar contra una pared, la sensación de indefensión es total; tienen una línea precaria, van enganchando clientes a ella y no la arreglan… claro, en verano, estos días de mucha calor hay más demanda y la línea no aguanta el suministro», rematan desde la empresa cárnica.

Por su parte, el responsable de una firma de distribución de frutas y hortalizas a las que esta sucesión de cortes en el suministro energético ha perjudicado y cuyo nombre prefiere mantener en el anonimato agrega que, según el informe elaborado por un electricista particular, en muchas instalaciones privadas el diámetro del cable es mucho mayor que el que se está usando en esa zona del polígono, y del que dependen en cambio un puñado de negocios.

Por lo comentado, algunas de estas firmas entienden que la vía judicial será la única que les aporte luz y soluciones al problema.

El apunte

Un proceso complejo y las placas solares, una alternativa

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