El cónclave

Cuando lea estas líneas, justo habremos comenzado la negociación del convenio colectivo de hostelería. El seis de febrero pasado, es decir hace tres meses, se constituyó la comisión negociadora. Desde entonces hasta ahora, cuatro reuniones en las que no ha sucedido prácticamente nada.

Hemos escuchado disertaciones que parecen estar muy elaboradas, expuestas por profesionales de la negociación, que de momento no han sido recogidos por la parte oyente. La parte que habla, en realidad, se escucha a sí mismo. Hasta ahora. Como esta situación no se puede eternizar, ya hemos empezado a subir la temperatura. La patronal ha realizado una oferta de aumento salarial, el 8,7% en tres años. Añaden, entre otras cuestiones, que si se consigue mejorar el absentismo, también se puede mejorar la oferta. Antes se decía aquello de «la tierra para quién la trabaja», eslogan de los jornaleros comunistas andaluces. Ahora tendremos que actualizarlo para la generación Z que está llegando al mercado laboral, y decir aquello de «el dinero para el que curra». Parece justo para todos que aquellos que consiguen cuidarse y acudir a su trabajo con regularidad tengan una mejor remuneración que otros que no lo consiguen, respetando siempre las circunstancias personales.
Un dato, en el año 2024, a nivel nacional, la prevalencia ha sido de 53,3 incapacidades temporales por contingencias comunes por cada 1.000 asalariados, la cifra más alta desde que se tienen registros. A pesar de todos los avances médicos, tenemos una salud cada vez peor. Como algunos esperaban, la oferta se tachó públicamente de «insultante». Desde luego, no se planteó con esa intención. Lo cierto es que en la plataforma sindical, lo que podemos leer es que se plantea como irrenunciable una reducción de 5 horas semanales. Esta reducción opera sobre una jornada semanal de 40 horas. Si las matemáticas no fallan, que no suelen, esto significa un 12,5 % de incremento. Se reduce la jornada, no el sueldo. Además se solicita un 19% de incremento salarial acumulativo, que siempre es algo más. Total un 31,5% largo.

Sin hablar de otras cosas, es imposible llegar a dichas cifras y por tanto el acuerdo es muy lejano. Pero cifras, acuerdos y negociaciones aparte, lo que sí parece haber calado socialmente hasta el tuétano es conceptuar el trabajo tal como lo hace la Biblia en el Génesis, «te ganarás el pan con el sudor de tú frente». Una condena y una maldición. Estoy seguro que el cónclave para elegir nuevo Papa será mucho más breve que nuestra negociación.

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