Certio gozará de un periodo de gracia antes de que el Consell imponga sanciones coercitivas. Un «pequeño margen» para aplicar cambios y mejorar el funcionamiento de las ITV, una vez la empresa se ha convertido en «la primera a la que se abre expediente de penalidades en la historia del Consell», con la consiguiente multa de 9.000 euros, ya ingresada.
Este plazo, como mucho hasta inicios del verano, no supone, sin embargo, que la institución insular vaya a paralizar los controles sobre la gestión de Certio en las dos plantas de Inspección Técnica de Vehículos. Así lo aseguraba ayer la consellera de Movilidad, Montse Morlà, quien explicó que «los técnicos hacen un seguimiento y levantan acta» de aquellas irregularidades que detectan, para incorporarlas al expediente. De este modo, «los servicios jurídicos podrán tener probados los incumplimientos» que podrán motivar unas hipotéticas sanciones coercitivas, de 3.000 euros al día.
«No se trata de sancionar, sino de buscar que las ITV funcionen bien», defendía Morlà, quien recordó que la gestión de las ITV por parte de Certio expira el próximo 31 de diciembre. Por eso, «ya estamos elaborando el pliego de condiciones, no sólo técnicas, también administrativas». Porque «la experiencia nos hace aprender», y «el criterio económico no puede prevalecer», sino que «hay que tener en cuenta cuestiones como las laborales», para evitar los problemas que sufren sus trabajadores.
Sin embargo, Morlà observa como la burocracia ralentiza los procedimientos. «Son muy garantistas», y esto los hace «muy lentos», y los servicios de contratación van desbordados elaborando pliegos de condiciones, como este, o el que atañe al servicio regular de transporte por carretera. «Probablemente tendremos que hacer efectivo un año de prórroga con Certio, hasta tener las bases», que incorporarán los cambios que se han comprobado que son necesarios.
El apunte
Los mecánicos piden facilidades y que se acelere el nuevo contrato
