Baleares es uno de los territorios de España con menos fosas de la Guerra Civil y el Franquismo pendientes de exhumar. Aunque la comunidad suspende en exhumaciones tempranas (la primera de la democracia data de 2014), en los últimos diez años ha pisado el acelerador y ha adelantado a la mayoría de provincias de España. El primer mapa histórico de las fosas de la Guerra Civil y el franquismo de todo el país, un proyecto de RTVE de consulta libre que nace con vocación de servicio público, evidencia cómo la recuperación de la memoria histórica camina a distinto ritmo en las distintas provincias españolas.
Más de 140.000 personas fueron asesinadas por los sublevados y la dictadura después de alzamiento militar de 1936 y la posterior dictadura franquista, y más de 49.000 murieron a manos de republicanos en ese mismo periodo. A todos ellos hay que sumar los miles de desaparecidos forzosos que fueron asesinados al margen de la justicia y cuya muerte ha sido negada durante años. Las fosas de Porreres y Son Coletes (Manacor) ponen a Baleares en el foco nacional de este tipo de crímenes de lesa humanidad que, según el derecho internacional, no prescriben nunca.
Desde que en el año 2014 la asociación de víctimas Memòria de Mallorca promoviera la primera exhumación de una fosa en Baleares (la de Sant Joan), se han ejecutado 30 proyectos de exhumación en las Islas, 27 de ellos con el Govern balear como promotor. No en vano la Ley de Fosas de Baleares le obliga a hacerlo.
El objetivo de los distintos planes de fosas (ahora se está ejecutando el último que incluye la tercera fase de la antigua prisión de Formentera) era localizar los cuerpos de 590 víctimas. Hasta el momento se han conseguido recuperar 334 individuos. Solo 67 han podido ser identificados mediante ADN y retornados a sus familiares, según la última actualización de datos de la Conselleria de Presidència del Govern.
Precisamente, este miércoles 12 de noviembre se celebró en Extremadura el acto de entrega de los restos de los presos identificados hasta ahora en la fosa de la antigua prisión de la Sabina en Formentera.
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El Mapa de las 6.000 fosas no solo es un inventario de nichos exhumados y pendientes de exhumación, también recupera las historias de los perseguidos, de los lugares de la barbarie y de los objetos que han permitido identificarlos y llegar a la verdad. Incorpora datos y grabaciones de los trabajos de exhumación y de la entrega de víctimas a sus familiares. También pequeños documentales que dan a conocer las historias de los represaliados.
En el epígrafe Historias Destacadas encontramos dos referencias a Baleares: La fosa negada de Son Coletes (Manacor) y la del Pou de s’Àguila (Llucmajor). En la primera fue donde se identificaron en octubre de 2022 los restos de Aurora Picornell y las rojas del Molinar, asesinadas por los falangistas por sus ideas, cuyas muertes fueron negadas durante años hasta que sus cuerpos fueron localizados en el cementerio. Todas fueron ejecuciones sumarias. De allí se han extraído restos de 83 personas, aunque el mapa registra 132.
El hallazgo de la pluma de Aurora Picornell junto a su cadáver se convirtió en un símbolo de la lucha y la reparación. «¿Con qué balas mataréis las ideas?», dicen que espetó a sus verdugos en su momento de su detención. Conocida popularmente como La Pasionaria Mallorquina, figura como personaje destacado en el primer mapa nacional de fosas por derecho propio, pero en cambio su pluma (recuperada, restaurada y cedida por sus descendientes al Govern balear para formar parte de un futuro espacio expositivo) no entra en el inventario de objetos destacados que ofrece el trabajo.
Exhumación en el Pou de Àguila en Llucmajor donde los falangistas arrojaban a sus víctimas, alguna de ellas viva | Foto: CAIB
El Pou de s’Aguila, menos conocido entre la ciudadanía, es la segunda Historia Destacada de Baleares en el inventario, por la crueldad del caso. En el año 2019 se exhumó el pozo, al que los sublevados arrojaban a sus víctimas. Uno de ellos, Julià Fullana, aún estaba vivo cuando le lanzaron. Los trabajos de exhumación que ejecutó la sociedad Aranzadi permitieron recuperar los restos de tres personas a 40 metros de profundidad. Los descendientes de Julià Fullana consiguieron enterrar dignamente sus restos tras identificarlos gracias a las pruebas de ADN.
A pesar del detalle del estudio, las cifras de fosas y exhumaciones que recoge el primer mapa nacional no son totalmente correctas en Baleares. En él figuran 57 resultados, pero solo 15 fosas exhumadas y 15, por exhumar. En parte, el desfase puede deberse a la existencia de fosas cuya exhumación es inviable, como la del cementerio de Palma, cuyo osario fue removido y modificado durante años haciendo inviable la recuperación de los cuerpos y otras ya desaparecidas.
Las únicas fosas viables pendientes de exhumación en este momento son las de la tercera fase de la risión de Formentera y las vinculadas al desembarco de Bayo. Muy probablemente el mapa nacional, que nace con la vocación de ser un instrumento vivo en constante actualización, tendrá que corregir algunos datos. No es la primera vez que ocurre. Los listados de víctimas españolas en los campos de concentración nazis, también olvidaron inicialmente a parte de los represaliados de las Islas.
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Enlace de origen : El mapa del país de las 6.000 fosas: Baleares suspende en exhumaciones tempranas pero pisa el acelerador en los últimos diez años