Pese a la tentadora apariencia de estas piezas listas para consumir, la realidad es que la superficie interior de la sandía y el melón es especialmente susceptible de contaminarse cuando se expone al aire y a la manipulación. Las piezas cortadas pueden convertirse en el ambiente ideal para bacterias como Salmonella, Listeria o Escherichia coli, ya que la pulpa húmeda y azucarada de estas frutas favorece su proliferación. Un corte mal higienizado puede transformar un alimento sano en un potencial peligro. Expertos en seguridad alimentaria destacan la importancia de que solo se troceen sandías y melones en perfecto estado.
Las piezas deben estar sin daños visibles, ni síntomas de sobre-maduración. Es fundamental, además, lavar bien la superficie externa antes de cortar. No hay que olvidar la importancia de utilizar cuchillos y utensilios completamente limpios para evitar trasladar bacterias de la corteza al interior jugoso. Un correcto manipulado no termina con el corte: la superficie de los trozos debe protegerse siempre de contaminaciones ambientales. Se aconseja envolverlos en film transparente o guardarlos en recipientes herméticos, especialmente si no se van a consumir de inmediato.
@cenasparapeques ⚠️ Los riesgos de comprar la fruta ya partida O bien porque pesa menos, porque son muy grandes y así sobra menos, porque nos cuesta la mitad o porque vemos su aspecto interior… pero está claro que es una tentación llevarnos a casa el melón o la sandía ya partidos. 🦠 Pues ojo, siento decirte que contemplan mucho más riesgos de crecimiento de microorganismos patógenos como la Salmonella. Y aquí te cuento los motivos: 👉🏻 La piel es la protección natural de la fruta y, en el momento en que la partimos, dejamos la carne de la fruta al descubierto y comienza el riesgo de proliferación de microorganismos que pueden intoxicarnos. 👉🏻 Una vez que la fruta se ha cortado, puede permanecer en temperatura ambiente un máximo de tres horas, que además debería de ser en un ambiente que nunca supere los 25 grados. Unas condiciones que no siempre podemos garantizar que se cumplan. 👉🏻 Otra de las recomendaciones a los comerciantes es que extremen la higiene en los utensilios y las superficies de corte y de nuevo son condiciones que no podemos asegurar que se den siempre. 👉🏻 Además, tendriamos que garantizar que, una vez que llegáramos a casa con la fruta cortada, la conservarámos en la nevera inmediatamente a menos de 5 grados. Sin olvidar la importancia de recortar el tiempo que transcurre desde la compra de la fruta hasta su refrigeración en casa. ✅ El único modo de comprar fruta cortada de forma más o menos segura es que la encontremos conservada en neveras y en la etiqueta indique la fecha y la hora en que ha sido cortada. ⁉️🧐 Cuéntame ¿conocías este riesgo? ¿Eres de comprar fruta cortada en el súper? #riesgosfrutacortada #contaminacion #salmonella #seguridadalimentaria #frutapartida #cenasparapeques #tips ♬ sonido original – María
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) es clara con sus recomendaciones: evitar dejar frutas partidas a temperaturas de más de 25ºC durante más de tres horas. Superado ese tiempo, los riesgos de crecimiento bacteriano se disparan. Estas frutas deben mantenerse en el lugar más fresco y ventilado posible, alejadas de la luz directa. La mejor opción, según indican los organismos españoles, es refrigerar la fruta troceada a menos de 5ºC tan pronto como sea posible, y siempre antes de que pasen esas primeras tres horas tras el corte. Incluso en frigorífico, lo ideal es consumirla en un plazo breve para asegurar la máxima seguridad alimentaria y evitar intoxicaciones.
A lo largo de los últimos años, han aparecido en medios casos de pequeñas intoxicaciones asociadas a bandejas de sandía y melón cortado en grandes superficies, especialmente durante olas de calor. Según datos recogidos por el Ministerio de Sanidad, cerca de el 25 % de los brotes alimentarios en verano pueden vincularse a la mala conservación de alimentos frescos. Además de lo anterior, es recomendable que el consumidor adopte otras medidas de higiene, como lavarse cuidadosamente las manos antes y después de manipular la fruta. En caso de preparar la fruta en casa, hay que lavar siempre la superficie, aunque la piel no se consuma. El contacto con utensilios o superficies contaminadas es uno de los principales motivos de aparición de patógenos.