La Guardia Civil de Menorca, con el apoyo de la Policía Local de Sant Lluís, anda tras un pirómano que en el último mes ha incendiado al menos diez contenedores distribuidos por el término municipal, tanto en el núcleo urbano como en diversas urbanizaciones.
Los tres últimos contenedores incendiados lo fueron el jueves al mediodía, sobre las 12. El hecho de que ardiesen a plena luz del día y justo cuando estaba lloviendo confirma que el fuego volvió a ser provocado por alguna persona sin que se conozca la motivación que le lleva a causar este delito. En esta ocasión se trató de contenedores de residuos de papel, cartón y cristal, los que fueron pasto de las llamas en pocos minutos.

Una dotación del parque de bomberos de Maó se desplazó al lugar de la ubicación de los contenedores en la calle de s’Amfós Blau, entre Binibèquer y Torret, pero los recipientes quedaron consumidos por el efecto del fuego. Los profesionales de la extinción acabaron de apagar las llamas y refrescaron la zona contigua, sin que se pudiera dar con el responsable del nuevo atentado a este bien urbano.
Sospechan de un residente
Las sospechas recaen sobre un residente en alguna de las urbanizaciones donde han ardido contenedores en el último mes, aunque no se disponen de las suficientes evidencias para poder confirmar que se trata de esta persona. A los tres que ardieron el jueves entre Binibèquer y Torret, han de añadirse otros cuatro que también se quemaron al mediodía del el 10 de octubre, con muy pocos minutos de diferencia, uno situado en la zona próxima a la playa de Binibèquer y otros tres enfrente del hotel Occidental Menorca, en Punta Prima. Todo hace pensar que la misma persona se desplazó de un punto a otro tras provocar el primer incendio para acometer el siguiente.

Unos días antes habían ardido al menos otros dos recipientes más, uno de nuevo en Binibèquer, y otros dos en el mismo pueblo de Sant Lluís.
Los contenedores que debe reponer el Ayuntamiento de Sant Lluís tienen un coste de 749 euros, a los que se deben sumar las tareas extras de limpieza. En el caso de que la Guardia Civil logre localizar y detener al pirómano responsable, con toda seguridad,la imputación penal incorporaría la responsabilidad penal por el coste de los daños que rondará los 9.000 euros.