
Decía en mi última colaboración veraniega «davall l’ullastre» que en el nuevo curso me encantaría aburrirme (políticamente), y sigo en el empeño, hasta ahora infructuoso. Estoy harto de conectar la radio por la mañana y llevarme un sobresalto tras otro. Y es que los políticos ignoran que su principal tarea, según Javier Cercas, consiste en proporcionar a los ciudadanos el suficiente aburrimiento público para permitirles vivir, a cada uno a su manera, una permanente juerga privada…
Bueno, pues, precisamente en el día que reinicio el dietario no se produce el sobresalto matutino habitual, ni se avistan perspectivas de juerga, sino que emerge, cual artístico geyser, la grata y esperada noticia del alto el fuego en Gaza que puede significar el inicio del fin de la insoportable masacre palestina después de dos años de violencia, sangre y destrucción. Alegría con todas las matizaciones que se quieran, fundamentalmente la de que este acuerdo debería haberse producido bajo los auspicios de la ONU y no de la II (Internacional Inmobiliaria).
10-X-25 viernes
Los magazines de primera hora vienen cargados de trumpismo, con una ristra de pronósticos sobre la concesión o no, hoy, dentro de un ratito, del Nobel de la Paz a quien lo espera como un niño en la noche de Reyes, que se va a poner a berrear si sus expectativas no se ven confirmadas. También rebosan de trumpismo doméstico radios y televisiones, gracias a mandataria madrileña Isabel Díaz Ayuso, implacable mosca cojonera del cada vez más descolocado Alberto Núñez Feijóo, a quien fustiga sin descanso con propuestas alternativas que ponen permanentemente en jaque al precario líder gallego…
Y por fin, a mediodía, la noticia, la gran noticia: el Nobel de la Paz no es para Trump sino para la política venezolana María Corina Machado, por su tenaz y valiente oposición a Maduro, manteniendo viva la llamita democrática venezolana en condiciones más que difíciles. Por cierto, el galardón de Corina no gusta nada al líder podemita español Pablo Iglesias, quien, mientras escribo estas líneas, declara urbi et orbi que lo del Nobel a Corina Machado es como habérselo dado a Hitler. En fin.
11-X-25 sábado
Bien, pues, por el comité del Nobel por haber desoído los cantos de sirena del trumpismo planetario que clamaba por la concesión del preciado galardón a su inmobiliario en jefe, pese a sus indiscutibles méritos por el alto el fuego en Gaza (léase sin atisbos de ironía). El comité del premio ha antepuesto algunos pequeños deméritos, como el de haber propiciado un intento de golpe de Estado de los de verdad, su carácter de convicto sin pena, o sus ominosas cacerías de inmigrantes sin ningún tipo de asistencia jurídica, o el tremendo acoso (mediante despliegues de la Guardia Nacional) a opositores políticos o simplemente ciudadanos de enclaves «hostiles», o su guerra contra estos templos del saber que son las universidades norteamericanas, o sus venganzas personales contra los que osan contradecirle… O, simplemente, por los propios méritos de la señora María Corina Machado.
12-X-25 domingo
Solventado el tema que me tenía en un sinvivir, vuelvo a la insomne realidad con la situación del mundo: un planeta que se nos va al carajo por el cambio climático y por una democracia cada día más maltrecha y que amenaza con romperse (la posibilidad de que Trump retuerza las leyes y se presente para una nueva reelección es cada día más plausible). De momento, maniobra con su gurú de cabecera Steve Bannon para instaurar un régimen iliberal, que no es más que un eufemismo para disfrazar sus verdaderas intenciones autoritarias.
13-X-25 lunes
Empieza a desenredarse la madeja de patrañas que había urdido Miguel Ángel Rodríguez, consejero áulico de la presidenta Ayuso, para enmarañar los confesados delitos tributarios de la pareja presidencial. Confiesa MAR en un vídeo del Supremo que él, experto en alta política, dedujo, coligió, infirió (sic), algo que no tenía nada que ver con la realdad. Vamos, que urdió una intrincada red de bulos marca de la casa para inculpar al fiscal general del Estado en una pretendida revelación de secretos…
15-X-25 miércoles
In memoriam. Diane Keaton. Última escena de «Annie Hall»: Diane charla con Alvy (Woody Allen)
«Ya sabe, aquel tipo que va a ver al psiquiatra y le dice ‘Doctor, mi hermano se ha vuelto loco. Se cree que es una gallina’. Y el médico le contesta: ‘Bueno, y ¿por qué no hace que le encierren?’ Y el tipo replica: ‘Lo haría, pero necesito los huevos’»…
Hasta la vista, encantadora Diane… Seguiremos en contacto a través tus inolvidables películas.
Rebecca es una apasionada del marketing digital y una dedicada líder de equipo. Le encanta probar y compartir los últimos conocimientos sobre las tendencias de la industria, el crecimiento del mercado y el análisis de palabras clave con el nuevo algoritmo de Google y otros motores de búsqueda. Ella sabe efectivamente cómo el contenido alimenta diferentes subconjuntos del plan de marketing y comprende cómo desarrollar y compartir los activos de contenido en los canales correctos.
Enlace de origen : El utópico aburrimiento