¿Es seguro consumir carne de ave y huevos tras el aumento de casos de gripe aviar?

El aumento de casos de gripe aviar ha hecho crecer la preocupación por la salud pública y la seguridad alimentaria. El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha implementado medidas preventivas en todo el territorio nacional. Sin embargo, una de las preguntas más recurrentes entre la ciudadanía es si el consumo de carne de ave y huevos sigue siendo seguro. Las autoridades son claras al respecto: sí, lo es, siempre y cuando se sigan las pautas de cocinado e higiene habituales. En un esfuerzo por contener la propagación del virus, el MAPA ha ordenado, a partir de este jueves el confinamiento de todas las explotaciones de aves de corral que se crían al aire libre en España.

Esta decisión amplía a todo el país una medida que ya afectaba a unos 1.200 municipios españoles, considerados zonas de especial riesgo y vigilancia. El objetivo primordial de estas acciones es evitar el contacto de las aves de corral con las migratorias, que son potenciales portadoras del virus, minimizando así el riesgo de contagio y protegiendo la cabaña avícola nacional. A pesar de la situación epidemiológica en las explotaciones, las autoridades sanitarias, tanto a nivel nacional como internacional, han emitido un mensaje de tranquilidad a los consumidores.

La respuesta a la pregunta sobre la seguridad del consumo de productos avícolas es un sí. No existe riesgo de infección por gripe aviar a través de la ingesta de carne de ave o huevos, siempre y cuando estos productos hayan sido cocinados de forma adecuada. El virus de la gripe aviar es sensible al calor y se inactiva eficazmente a temperaturas de cocción normales, superiores a los 70° C. Por ello, es fundamental mantener las prácticas habituales de higiene en la cocina y asegurarse de que los alimentos estén bien cocinados para disfrutar de ellos con total tranquilidad.

¿Qué es la gripe aviar y sus variantes?

La influenza aviar, comúnmente conocida como «gripe aviar», es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta principalmente a las aves. Es causada por el virus de la familia Orthomyxoviridae, específicamente del género Influenzavirus A y B. Este virus presenta diversas cepas, las cuales se clasifican generalmente en dos categorías según la gravedad de la enfermedad que provocan en las aves de corral, lo que tiene implicaciones directas en la gestión de brotes y las medidas de control.

Por un lado, encontramos la Influenza aviar de baja patogenicidad (IABP). Esta variante suele causar una enfermedad leve que, en muchas ocasiones, pasa desapercibida e, incluso, sin presentar sintomatología clara en las aves afectadas. Aunque su impacto directo en la salud de las aves puede ser menor, su presencia requiere vigilancia, ya que algunas cepas de baja patogenicidad pueden mutar a formas más virulentas bajo ciertas condiciones, lo que subraya la importancia de una detección temprana y un seguimiento constante.

Por otro lado, está la Influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP). Esta cepa es la que genera mayor preocupación, ya que provoca signos clínicos graves y altas tasas de mortalidad en las aves de corral. Los brotes de IAAP pueden diezmar poblaciones enteras de granjas, causando pérdidas económicas significativas para el sector avícola y requiriendo la implementación de estrictas medidas de bioseguridad y sacrificio de animales para contener su expansión. La vigilancia epidemiológica es crucial para identificar y controlar rápidamente estas variantes.

Medidas de contención

La situación actual en España ha llevado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) a tomar decisiones drásticas para proteger la industria avícola y la salud pública. La orden de confinamiento de todas las explotaciones de aves de corral al aire libre es una medida preventiva clave. Esta acción busca minimizar el riesgo de contacto entre las aves domésticas y las aves silvestres migratorias, que son el principal vector de transmisión del virus de la gripe aviar. La expansión de esta medida a todo el territorio nacional refleja la seriedad con la que se aborda la amenaza.

El objetivo principal de las medidas tomadas por el Gobierno es la prevención y el control del contagio. La experiencia demuestra que el contacto directo o indirecto con aves silvestres infectadas es la vía más común de introducción del virus en las granjas. Por ello, el confinamiento, junto con otras medidas de bioseguridad como la desinfección de vehículos y equipos, el control de accesos y la higiene del personal, son pilares fundamentales para salvaguardar la cabaña avícola española y asegurar la continuidad de la producción de alimentos de origen avícola en condiciones de seguridad.

Enlace de origen : ¿Es seguro consumir carne de ave y huevos tras el aumento de casos de gripe aviar?