Todo evoluciona y se actualiza, todo cambia incesantemente, y aunque «El arte de la guerra» de Sun Tzu, escrito hace 2.500 años, sigue siendo libro de éxito en el mundo de los negocios y la política, la guerra de la que habla, con ejércitos enfrentados, hace tiempo que no existe. Las actuales no tienen nada que ver, ni tampoco con la abundante literatura bélica existente y casi todas las películas sobre el tema, que son innumerables.
Como estos últimos años la guerra es parte de la programación diaria de televisión, hasta las gentes sin ningún conocimiento histórico se han dado cuenta de que no se parece en nada a las guerras de toda la vida. Sigue habiendo muertos, heridos, desaparecidos, prisioneros, crímenes de guerra, destrucción masiva y poblaciones asesinadas por hambre, pero todo lo demás es diferente. Rara vez se ven soldados, ni ejércitos combatientes en al campo de batalla, ni campo de batalla en sí, porque el campo de batalla está desperdigado por domicilios particulares, es todo. Solo vemos bombardeos aéreos (como en Guernica), misiles y, cómo no, drones. Millares de drones, que son ahora la infantería de asalto, y se meten hasta las cocinas de la gente. Las revientan.
Todas las guerras fueron siempre más peligrosas para los civiles, y mujeres y niños que caían como moscas, que para los militares combatientes, pero es que en las últimas actualizaciones, los ejércitos propiamente dichos parecen ser la retaguardia, y la vanguardia esos niños despedazados. ¡Guerras sin guerreros! Sin trincheras ni líneas de frente. Con drones, decíamos. A este paso, los futuros monumentos a los héroes de la patria caídos estarán llenos de niños pequeños y mujeres, en lugar de valientes soldados.
Habrá que abrazar la carrera de las armas, como se decía entonces, si uno quiere salvar el pellejo. Al menos, estará más seguro, porque ya no hay grandes concentraciones de tropas, ni cruentas batallas navales que dejan el mar de color vino, ni héroes tomando una colina y agitando banderas. Solo misiles, bombardeos aéreos y drones de los cojones sobre gente que no puede huir. Automatismos asesinos, exterminios. Y cómo vas a condecorar a un dron.
Esta guerra actualizada tampoco se parece a las de ciencia ficción. No hay robots, ni naves siderales. Qué mierda de actualidad.