«Quiero pedir perdón a todos los que confiaron en Vox en las elecciones nacionales y han tenido que ver episodios bochornosos por algunos que se presentaron tras las siglas del partido. Los que se disfrazan y vienen a hacer políticas del PP o de la izquierda no tienen cabida aquí. No se colará ningún estafador más». Así de contundente se ha mostrado este miércoles el secretario general de la formación, Ignacio Garriga, sobre las sucesivas crisis internas del partido en Baleares.
«Trasladar todo mi compromiso como secretario general a los ciudadanos de que no vamos a sufrir ni un episodio más así», ha insistido en una convocatoria de prensa en Palma tras ser preguntado por la expulsión hace meses de los diputados díscolos en el Parlament.
Garriga visita este miércoles a sus compañeros de Mallorca para trabajar en la estrategia de cara al nuevo curso político que acaba de empezar. «Tenemos cuadros preparados, un partido unido, movilizado y contamos con un respaldo popular muy grande», ha defendido, y ha aprovechado para tachar al PP de «estafa permanente». En este sentido, ha puesto en valor que Vox ha logrado en Baleares cosas que PP no haría en solitario, «como se ha visto en comunidades donde tiene mayoría absoluta», como Andalucía y Madrid.
«Se ha demostrado que es posible combatir la inmigración ilegal, que es posible combatir la okupación, que es posible impulsar políticas que reviertan el auténtico drama de la vivienda que sufren tantísimos españoles, que es posible ayudar y proteger al sector primario, al campo, y que es posible, a diferencia de lo que decía el PP, defender el español donde el separatismo y los cobardes lo abandonan», según ha considerado Garriga.
Aunque ha cargado duramente contra los populares por «coquetear» con Junts per Catalunya, se ha mostrado abierto a apoyar una moción de censura contra el presidente Pedro Sánchez con el partido catalán y el PP porque el socialista «es el mayor enemigo del pueblo español».
El secretario general, sin embargo, ha anunciado que emprenderán una «ofensiva institucional» y que llamarán a la movilización en las calles contra la negociación entre el PSOE y Junts para que la Generalitat asuma las competencias de inmigración. «Quieren delegarlas al separatismo responsable de la islamización de Cataluña», ha añadido Garriga que, como suelen hacer los representantes de su partido, ha vinculado la inmigración con un aumento de la criminalidad y las violaciones en las Islas, algo que desmienten los datos del Ministerio de Interior.
Lo que sí es cierto, como ha mencionado, es que Baleares es la segunda comunidad en la que, en proporción a su población, se denuncian más ocupaciones de viviendas ante la Policía Nacional y la Guardia Civil. Aunque el número de casos está lejos de la alarma social que se ha generado desde la política y los medios. Según los datos del Ministerio del Interior, por cada 100.000 habitantes de las Islas se produjeron 44 usurpaciones de inmuebles. Solo es mayor la cifra en Cataluña, donde esa tasa supera los 90. Todas las demás autonomías se colocan en cifras mucho más modestas: la tercera, la Comunitat Valenciana no llega a 35 y la cuarta; Murcia, en 31. En Galicia no llegan a nueve y en Asturias tampoco a diez.
Finalmente, Garriga ha insistido, como ya hizo la diputada Manuela Cañadas, en que el Govern debe cambiar el modelo lingüístico balear para incluir la vehicularidad del castellano en la ley educativa autonómica, algo que no es cierto, pues no es necesario y no se contempló así en el pacto que firmaron con el PP para aprobar los presupuestos. Además, el conseller de Educació, Antoni Vera, lo explicó este martes en el Parlament. Es más, Garriga ha criticado que el PP solo quiera aplicar una vehicularidad simbólica, que es lo que supone realmente el acuerdo que sellaron.
En cualquier caso, la reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de les Illes Balears (TSJIB) respalda el modelo lingüístico vigente porque dice que garantiza el aprendizaje de ambas lenguas oficiales en Baleares.