La depuradora de Binidalí, a la espera de un permiso para funcionar después de 16 años

Es por esto que desde la institución menorquina instan a la Dirección General de la Costa y el Mar del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a que agilice la autorización pendiente para el emisario submarino de Binidalí. Del mismo modo, piden al Govern balear que, una vez se haya emitido ese permiso, se liciten y ejecuten las obras para instalar el conducto. Recuerdan desde el Consell que la técnica será la de perforación horizontal dirigida «que permitirá salvar el desnivel y alcanzar el punto de vertido previsto a 500 metros de la costa sin alterarla».

Así, indican desde el ente insular, «se evita el impacto directo sobre el barranco y la cala de Binidalí, y se minimiza la afectación marítima, especialmente sobre los organismos bentónicos y las praderas de posidonia existentes».

Hay que recordar que este método se aplicará después del revuelo que causó la oposición de vecinos y asociaciones ecologistas al trazado original del emisario. Aunque el proyecto de construcción de la depuradora y el emisario de Binidalí contaba con un acuerdo favorable de la Comisión de Medio Ambiente de Balears, fechado el 12 de junio de 2002, las quejas por la posible afectación terrestre y marítima que podría tener el proyecto motivaron un cambio en el trazado y la técnica de construcción, que ya ha obtenido el visto bueno de la Dirección General de la Sostenibilidad de la Costa y el Mar.

Puesta a punto

Desde el Govern balear destacan que la planta ha estado recibiendo, durante todos estos años, el «mantenimiento necesario» para evitar que envejezca, pero reconocen que antes de ponerla en marcha, será imprescindible una «puesta a punto» para que todo funcione de manera óptima.