Entonces el problema no era la falta de vivienda, sino la falta de crédito después de la crisis financiera y el estallido de la burbuja inmobiliaria. El modelo regresa en toda España como alternativa que acorta los tiempos –ya que la permuta es una sola operación y se registra en un mismo acto notarial–, y puede evitar el tener que recurrir a una hipoteca. Tampoco existe la incertidumbre de iniciar la búsqueda de una vivienda en la que reinvertir en un momento en el que el mercado es exiguo y tensionado.
«Hay que tener en cuenta que el 75 o el 80 por ciento de la venta de vivienda en España es de reposición», señala Aznar, la venta de un inmueble es el paso necesario para cambiar y adquirir otro más adaptado a las necesidades de cada momento de la vida, pero «si el mercado no funciona», apunta, «la gente no se lanza, se desmotiva».
Cambiar un bien por otro es la forma de pago más antigua que existe. En el caso de la vivienda es perfectamente viable, explica el promotor de esta iniciativa en Menorca, porque está recogido en el Código Civil como un intercambio de bienes. Solo hay que negociar y ponerse de acuerdo entre propietarios, se puede dar el caso de una permuta mixta, cuando uno de los inmuebles tiene un valor más elevado que el otro y existe una compensación económica por esa diferencia. La parte monetaria siempre tiene que ser inferior a la que se paga con el bien, «si hay más dinero que valor del bien entregado se consideraría una compraventa», señala el impulsor de la página web de permutas muevete.house, donde de momento se anuncian cuatro inmuebles, «hay otros seis o siete propietarios interesados» pero aún no han sacado su casa a este mercado.
«No quiero captar propiedades en venta», afirma Aznar, «es otro tipo de perfil, son personas que buscan un cambio».
Auge en las crisis
La permuta cobra más fuerza en épocas de crisis. En lo que va de 2025 en Menorca solo se han trasmitido nueve propiedades por este sistema, según datos del Institut Balear d’Estadística (Ibestat), de las 1.755 transmisiones de derechos de propiedad registradas. Las cifras se mueven en torno a ese volumen de permutas los últimos cinco años –en 2021 hubo 13, el número más alto del lustro–, pero si el análisis retrocede a los años de la última recesión, el dato crece y es significativo, aunque todavía con poco peso sobre el total: en 2007 se firmaron 58 permutas y en 2008, 27.
El apunte
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