Las lágrimas y la emoción incontrolada de León XIV ante el cariño de miles de fieles

León XIV, nombre elegido por el cardenal estadounidense -con ascendencia materna española- Robert Prevost Martínez, protagonizó uno de los momentos más emotivos de la histórica jornada de su elección como nuevo papa y jefe de la Iglesia Católica. Y lo hizo al aparecer en el balcón de la Plaza de San Pedro, donde miles de fieles -además de muchos millones a través de la televisión y diferentes medios- le aclamaron de forma espontánea hasta provocar que explotaran las emociones en el nuevo Pontífice.

Y es que León XIV no pudo evitar emocionarse de manera extrema, viéndosele llorar de felicidad, embargado por el cariño de los católicos allí congregados, además de por la trascendencia del momento, minutos después de ser elegido por el resto de cardenales como sucesor del papa Francisco. En su rostro se podía interpretar la emotividad de esos instantes en los que era aclamado por los fieles, intentando contener las lágrimas para ofrecer una de las imágenes de una jornada para los anales.

Su intervención, en la que tuvo un guiño en castellano, recordando sus orígenes y parte de su trayectoria (tiene nacionalidad peruana). Prevost, dedicó este jueves unas palabras en español en su primera aparición al mundo como pontífice para recordar a su «querida» diócesis de Chiclayo, en Perú.
«Y si me permiten también una palabra, un saludo… a todos aquellos, en modo particular, a mi querida diócesis de Chiclayo en el Perú», proclamó el recién elegido pontífice desde el balcón de la basílica de San Pedro del Vaticano.

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