Dicen que lo prometido es deuda, y el panorama financiero mundial dio un giro significativo en las últimas horas tras la más que esperada decisión de la Reserva Federal estadounidense. El organismo ha iniciado un nuevo ciclo de flexibilización monetaria con un recorte de 25 puntos básicos en los tipos de interés, situándolos en el rango 4,00%-4,25%. La medida, anunciada este pasado miércoles y anticipada en las últimas fechas por la mayor parte de los analistas internacionales, ha sido recibida con una mezcla de alivio y cautela por parte de los mercados internacionales.
La entidad monetaria norteamericana ha justificado su decisión en un contexto de progresivo debilitamiento del mercado laboral y unas presiones inflacionistas que, aunque en retroceso, mantienen cierta persistencia que preocupa a los analistas económicos. El presidente de la institución ha dejado claro que el enfoque será «constante, no acelerado», enviando un mensaje de gradualismo que ha resonado en las bolsas mundiales, incluida la española.
El impacto en España no se ha hecho esperar. Según expertos consultados, la economía española podría beneficiarse indirectamente de este cambio en la política monetaria estadounidense, especialmente en sectores vinculados al comercio internacional y al turismo. Las empresas exportadoras españolas podrían ver mejoradas sus condiciones de financiación a medio plazo, aunque todo dependerá de la respuesta del Banco Central Europeo en los próximos meses.
Reacción de los mercados financieros
Los principales índices de Wall Street apenas experimentaron cambios significativos tras el anuncio, en lo que muchos analistas han descrito como un comportamiento típico de «vender la noticia». Los inversores ya habían descontado parcialmente esta medida en las semanas previas, lo que explica la relativa calma post-anuncio. En términos numéricos, el equilibrio entre señalar más recortes futuros y hacer hincapié en la dependencia de los datos ha mantenido a los inversores cautelosamente optimistas, pero recelosos de exponerse excesivamente al riesgo.
El mercado español ha reaccionado con moderado optimismo. El IBEX 35 registró un avance del 0,8% en la sesión posterior al anuncio, un comportamiento ligeramente mejor que sus homólogos europeos. Los valores bancarios españoles han sido los más beneficiados, anticipando un escenario de mayor estabilidad en los tipos de interés que podría favorecer sus márgenes financieros.
Impacto en tipos de interés y divisas
En el mercado de tipos y divisas, la cautela de la Fed y la tendencia decreciente de la inflación sugieren que las primas a plazo deberían mantenerse relativamente estables en los próximos meses. Esta situación favorecería especialmente a los activos sensibles a la duración, aunque no tanto a las operaciones puramente «reflacionistas».
La cotización del euro frente al dólar ha experimentado una ligera apreciación tras el anuncio, situándose en los 1,12 dólares. Los analistas consultados prevén que la moneda europea podría fortalecerse moderadamente en los próximos meses si la economía de la eurozona mantiene su ritmo de recuperación y el BCE no acelera su propio ciclo de reducción de tipos.
En España, este escenario podría traducirse en unas condiciones de financiación más favorables para empresas y hogares, especialmente si el Euríbor responde con descensos en el medio plazo. Los expertos estiman que las hipotecas variables podrían experimentar ajustes a la baja en sus revisiones durante los próximos trimestres de 2025 y 2026.
Comportamiento de las materias primas
El mercado de materias primas ha mostrado reacciones divergentes ante el cambio de política monetaria estadounidense. El oro, que había alcanzado nuevos máximos históricos antes de la decisión, se tomó un respiro tras el anuncio. Sin embargo, los flujos hacia ETF y la robusta demanda de los bancos centrales continúan siendo los pilares fundamentales de su fortaleza a medio plazo.
Varios analistas han revisado al alza sus objetivos para el metal precioso en los próximos meses, situándolo potencialmente por encima de los 2.500 dólares la onza para finales de 2025. Esta tendencia podría beneficiar a las empresas mineras españolas con exposición internacional, cuyas cotizaciones ya han comenzado a reflejar estas perspectivas positivas.
Por su parte, el petróleo experimentó un descenso moderado, mientras el mercado evalúa los riesgos de interrupción a corto plazo derivados de las huelgas en infraestructuras energéticas rusas, frente a un posible mayor desequilibrio en 2026. Esta situación genera un característico tira y afloja en los precios, donde el riesgo geopolítico impulsa los diferenciales inmediatos, mientras que la mejora del suministro no perteneciente a la OPEP y las perspectivas de menor demanda mundial limitan las subidas sostenidas.
Perspectivas para Latinoamérica
El peso mexicano ha mostrado fortaleza hasta la reciente reapertura de los mercados locales tras el feriado del Día de la Independencia, reflejando el atractivo del carry y el contexto global del dólar previo a la reunión de la Fed. La narrativa actual se centra menos en las cotizaciones al contado y más en si una Reserva Federal más moderada mantendrá unas condiciones de financiación favorables.
Para las empresas españolas con fuerte presencia en Latinoamérica, como las del sector bancario, energético y de telecomunicaciones, este escenario podría suponer una estabilización de sus operaciones en la región. Los expertos financieros anticipan que las inversiones españolas en México y Chile podrían beneficiarse de un entorno de tipos más predecible y un dólar menos agresivo.
En Chile, la sesión previa a las Fiestas Patrias fue más corta de lo habitual, con el IPSA cediendo terreno debido a los flujos de reequilibrio del índice. El mercado chileno no valorará completamente los resultados estadounidenses hasta la próxima semana. En cuanto al mercado de divisas, la evolución del peso chileno en septiembre ha seguido la dinámica global del dólar y del cobre, con la volatilidad de la moneda ligada tanto a titulares como a fundamentos.
Las empresas españolas con inversiones en minería y energías renovables en Chile están siguiendo con especial atención esta evolución, ya que podría influir significativamente en la rentabilidad de sus proyectos durante los próximos trimestres de 2025 y 2026.