El artículo publicado por Miquel Truyol y Catalina Massutí arroja algunos datos relativos a la frecuencia de visitantes en el parque, unos datos novedosos en cuanto que los tres sensores que miden este parámetro se han instalado a lo largo de los últimos años. Una de las conclusiones que reflejan en su artículo es que, teniendo en cuenta las cifras de 2024, estos dispositivos automáticos han captado el paso de 644 visitantes diarios, con un total que ronda los 235.000. Explican que desde que se han instalado los contadores, el primero en la Gola funciona desde 2021 (contabiliza por separado viandantes y bicicletas), se ha detectado un constante incremento en la frecuencia de paso de visitantes. Los otros dos dispositivos, más recientes en el tiempo, se ubicaron en Ses Salines d’Addaia y en la entrada del Arenal de Morella Nou. En la memoria de gestión del Parc Natural se cifra en 503 los visitantes diarios captados por los tres sensores, aunque no todos ellos habían funcionado durante todo el año.
Otra cifra significativa es el volumen de personas atendidas en el Centro de Recepción Rodríguez Femenías. El artículo de Truyol y Massutí recoge la cifra de 25.500 personas atendidas el año pasado, unas 4.500 más que en 2023 pero todavía por debajo de las 27.003 que recibieron información en estas dependencias en 2018.
El texto indica que se ha percibido desde 2020 un cambio de tendencia en cuanto a la temporalidad de estas atenciones, puesto que han aumentado de forma significativa en los meses de primavera y otoño. Predominan los turistas nacionales. Los residentes en Balears son minoría, pero se percibe que van a más.
En cuanto a los informes realizados para autorizar determinadas actividades grupales en el Parc Natural, se experimenta una clara tendencia al alza durante los últimos años. En 2020 apenas superaron la decena y el año pasado rondaron el medio centenar. Estos informes se emiten cuando se solicita permiso para una actividad en el parque en la que participan más de 24 personas.
Los autores destacan la importancia de disponer de información precisa como esta para avanzar en la gestión del parque.
Una publicación conmemorativa con siete puntos de vista diversos
Los biólogos Jordi Muntaner y Óscar García-Febrero analizan en su artículo de la publicación «Memòries de l’Albufera des Grau» la evolución de la presencia de aves acuáticas invernantes en el parque natural de la zona nordeste de la Isla. Una de sus principales conclusiones es que la severa reducción de ejemplares invernantes que se ha producido desde 1980 se debe a que este año «las condiciones hidrológicas de la albufera eran óptimas, con agua de buena calidad y elevada presencia de macrófitos, una fuente de alimento vital». El punto de inflexión viene determinado, en su opinión, por «la desaparición de la aportación continua de agua dulce a la laguna, hecho que provoca un importante descenso de ejemplares. En los gráficos de evolución que aporta este artículo se observa un ligero repunte en 2024 en relación al año anterior, que es común en buena parte de las especies analizadas.
Una publicación conmemorativa con siete puntos de vista diversos