El nuevo presidente ha asumido el cargo con gran responsabilidad cuyo principal objetivo de su mandato es poder seguir promocionando el vino de Menorca como producto de calidad. «Creo que hay que hacer un trabajo de reafirmación del nivel reputacional que han alcanzado nuestros vinos en la actualidad y al mismo tiempo, promocionarlos todavía más entre el público local como un segmento que todavía no los acaba de reconocer del todo», explica Joan Fullana. No en vano, los mayores consumidores de vino de Menorca son los turistas y visitantes, que cada temporada agotan prácticamente las existencias. En este sentido, Joan Fullana considera que las doce bodegas que integran actualmente la entidad, constituyen un sector productivo y económico a empezar a tener en cuenta en la Isla que ya genera más de cien puestos de trabajo entre directos e indirectos, con un impacto sobre la economía menorquina que estiman aproximadamente en cinco millones de euros, sin contar lo que genera por sí mismo el sector de la restauración.
Fullana pretende hacer una labor continuista a sus predecesores aunque, de momento, respecto a la iniciativa que se había planteado en el anterior mandato de crear un Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Vi de la Terra Illa de Menorca, el nuevo presidente considera que es un tema a estudiar pero que las circunstancias actuales no son todavía propicias para sacar adelante. «Los técnicos de agricultura del Consell Insular de Menorca adscritos al Departamento de Economía y Territorio velan por la calidad en cuanto a controles de calidad y supervisión y queremos que continúe así», justifica el máximo responsable de la entidad.
MÁS PROMOCIÓN. Respecto al capítulo de promoción, Joan Fullana aspira a que se pueda volver a reeditar la Guía de Vinos de Menorca que se publicó en 2020 gracias al apoyo del Consell Insular de Menorca y la Asociación Leader Illa de Menorca. «Fue una herramienta muy útil e interesante de promoción que hacía una radiografía del momento que vivía el vino de la isla hace cinco años pero en este periodo, no sólo hemos aumentado en número de hectáreas en producción o en referencias, sino también en bodegas activas y por lo tanto, estaría muy bien que se pudiera volver a reeditar con una actualización imprescindible de contenidos, aunque sea en un formato digital en vez de impreso como la última vez», explica el presidente.
Por otro lado, también le gustaría que dentro de su mandato se pudiera diseñar un evento anual dedicado al mundo del vino que ya quede instaurado donde se puedan presentar todas las novedades en un formato más festivo. Durante el segundo semestre del año, una vez haya pasado la vendimia, Fullana tiene la intención de irse a presentar a las instituciones, tanto al Consell Insular de Menorca como al Govern Balear, con la intención de recabar más apoyo y más reconocimiento para la realidad del sector que representa.
VARIEDADES. La reciente incorporación a principios de este año de la garnacha blanca y la garnacha tinta como variedades de uva incluidas dentro de la IGP, ha sido uno de los últimos hitos conseguidos por la entidad, gracias a la implicación de sus socios, en especial de la bodega Torralba de Ciutadella, que lideró este trabajo del que se han podido beneficiar el resto de bodegas que ahora ya pueden etiquetar sus vinos con la identificación menorquina cuando utilicen estas nuevas variedades.
Actualmente, además de la garnacha, las uvas permitidas para poder elaborar en blancos son chardonnay, macabeo, malvasía, moscatel de Alejandría, parellada, y muelle o prensal blanco mientras que en tintos están cabernet sauvignon, merlot, monastrell, syrah y tempranillo. Según datos confirmados por el Consell Insular de Menorca, la Isla cuenta oficialmente con 159 hectáreas inscritas de las cuáles, 136 son de variedades aptas para elaborar vino amparado con la IGP Vi de la Terra Illa de Menorca. Se trata de una cifra que va creciendo de manera paulatina a medida que se van inscribiendo las plantaciones activas y que a finales de verano pueden haber crecido unas 15 hectáreas más.
BUENAS PERSPECTIVAS. Con los ojos puestos en la próxima vendimia, que se iniciará presumiblemente a finales del mes de agosto dependiendo del tipo de variedad así como de su óptima madurez, las previsiones de producción para este año parece que serán mejores que 2024, ya que la climatología ha sido hasta la fecha, mucho más favorable, tal y como confirman desde la asociación de productores. «El comportamiento de los meses de invierno y primavera fue más estable con un porcentaje de sol y lluvia propicios para el desarrollo del viñedo», confirma Joan Fullana. Sin duda un pronóstico mucho mejor que el año anterior.
En 2024 se elaboraron 1.882 hectolitros de vino bajo la IGP Vi de la Terra Illa de Menorca, cifra que representó una disminución del cinco por ciento respecto al año 2023, que fue el año en que la IGP alcanzó su máximo histórico. A pesar de que la superficie de viña de Menorca va claramente en aumento, con un 10,6 por ciento más que el año anterior, la producción de uva disminuyó 20 toneladas respecto a 2023. Esta disminución del rendimiento de los viñedos fue consecuencia de diversos factores tanto climatológicos como también de la incidencia negativa que producen las aves en el viñedo que cada año atacan a los viñedos.