Marca blanca y producto local: ¿Salvación o condena?

En pleno furor de las llamadas marcas blancas, que han disparado un 47 % sus ventas en los últimos cuatro años con la inflación, el producto local de Baleares no solo sobrevive sino que refuerza su presencia en los principales supermercados de las Islas. No en vano hace tiempo que las cadenas de alimentación supieron ver en él una oportunidad de márketing para aumentar atractivo y aceptación en los mercados locales.

Las marcas baleares venden, especialmente en los apartados de frescos, panadería y bollería, pero también embutidos, lácteos y sus derivados; vinos y otras bebidas, incluida el agua de nuestros manantiales. Pero ¿hay productores de Baleares detrás de las llamadas marcas blancas de los supers? La respuesta es sí, aunque son minoría.

Según un estudio de Katar, el 68 % de los españoles cree que los fabricantes de los productos de marca blanca y los de las llamadas primeras marcas son los mismos, pero solo el 3 % de los proveedores de marcas blancas poseen lo que se considera una marca líder. ¿Baleares sigue la norma o rompe la estadística? ¿Producir una marca blanca es una salvación o una condena?

Como todo, depende de a quién le preguntes y de la situación en la que se encuentre tu empresa. Los ganaderos de Menorca encontraron ya hace años en su alianza con Eroski y Mercadona y Lidl una salida para los excedentes de leche y sus derivados en un mercado local en el que la demanda iba cayendo en picado.

«La producción para marcas blancas es una salida para casos muy concretos en los que coincide un exceso de producción con una caída drástica de la demanda del mercado local», indica el presidente de Asaja y gerente del portal de exportación de la patata Esplet de sa Pobla, Joan Company. «Es algo que está muy centrado en el derivado lácteo de Mahón porque se tienen que dar dos circunstancias, que haya mucho producto y poca capacidad comercial. Si no es así, no harás marca blanca, porque sabes que te van a arrear con el precio», añade.

Company explica que, dado que el sector agrícola y ganadero está en retroceso desde hace años en Baleares, hay poco excedente en las Islas por lo que no es frecuente que se den esas dos condiciones. En el caso concreto de la patata de sa Pobla, por ejemplo, los productores no tienen la necesidad de comercializar bajo marcas blancas porque las exportaciones a Inglaterra, junto con el consumo local, equilibran la producción y la demanda. No obstante sí que están presentes con sus propias marcas en los principales supermercados que operan en las Islas.

Lo cierto es que a día de hoy en las estanterías de Mercadona, Lidl y Eroski más de veinte productos fabricados por proveedores de Baleares se comercializan bajo lo que se conoce popularmente como marcas blancas, también llamadas MMPPs o marcas de distribuidor. Algunos de estos productos no solo se venden en Baleares sino que llegan a todos los supermercados de España e incluso a otros países como Portugal.

Es el caso por ejemplo de Menorquina, que elabora los quesitos de marca Hacendado. En 2023 hizo más de dos millones de kilos de quesitos en porciones bajo la marca Hacendado que se vendieron en toda España y Portugal. La empresa manacorina Procam (de productos cárnicos) elabora además cuatro referencias Hacendado: butifarrón, butifarrón picante, camaiot en pieza y en lonchas y crema de jamón york.

Quesería Menorquina está también detrás de cuatro referencias de la marca blanca Milbona del Lidl. La cadena le compra productos por valor de mas de 10 millones de euros al año.

«Gracias a esta colaboración ofrecemos a nuestros clientes cuatro referencias principales bajo la marca propia ‘Milbona’, disponibles de forma continua durante todo el año a nivel nacional: queso fundido en porciones, queso fundido en lonchas, queso rallado y queso en polvo. Parte de esta producción también se exporta a países europeos como Portugal», dice la cadena de supermercados.

El Lidl cuenta con un apartado específico para el producto balear.

Tanto Menorquina como Procam optan por la discreción y prefieren no hacer declaraciones sobre su fabricación para marcas blancas. Hay otros proveedores que piden expresamente que no se cite su nombre en este reportaje, a pesar de que cadenas como Mercadona les identifican perfectamente en su etiquetado.

Aparte de los ya citados, también hay productores de Baleares detrás de algunas de las marcas blancas de agua, vino, huevos y otros productos cárnicos de supermercados. «Con nuestra marca tenemos una relación estrecha con el proveedor e incluso hacemos pruebas ‘a ciegas’ para fidelizar al consumidor. Si coges cualquier producto nuestro te aparecerá la marca del productor y eso es una garantía para ellos y para el cliente», dice Mercadona.

Productos de las marcas blancas de Eroski producidos por empresas de Baleares.

En el caso de Eroski, más de 10.000 toneladas de agua de su marca viene de manantiales locales, concretamente Aiguas de Lluc (Son Sorda). Tiene dos vinos elaborados por bodegas de Mallorca (D.O. Binissalem Franja Roja de Jose Luis Ferrer y D.O. Pla i Llevant de Vi Rey). El 87.69 % de la ternera fresca que vende bajo su marca es de origen balear. También lo son el 7 % del queso de Denominación de Origen que comercializa y el 64 % de los huevos de sus marcas propias Eroski y Eroski Natur. Estos últimos los produce Agrícola Son Perot (Ballester).

Enlace de origen : Marca blanca y producto local: ¿Salvación o condena?