Durante la manifestación, que en su cabecera lucía la pancarta ‘Pararlo todo para parar el genocidio‘, se han podido escuchar cánticos como ‘Dónde están, no se ven, las sanciones a Israel’, ‘Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá’ o ‘La flotilla no se toca‘.
El punto álgido ha llegado cuando, en su recorrido hacia la Puerta del Sol, los manifestantes han recibido la noticia de que los últimos barcos de la flotilla habían sido interceptados por el gobierno de Israel y han contestado con gritos, abucheos y el lanzamiento de una bengala. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez Almeida, han sido también objeto de insultos y cánticos como ‘Ayuso, Almeida, iros a la mierda’ o ‘Israel asesina, Ayuso patrocina’.
Miles más se han concentrado en numerosas capitales de provincia, convocados por el Sindicato de Estudiantes, que ha llamado a la comunidad educativa a parar y manifestarse en diferentes plazas, centros universitarios o escuelas. Vitoria, Valencia o Santiago de Compostela, entre otras, han vivido concentraciones estudiantiles masivas.

Por su parte unos 6.500 estudiantes, según la Guàrdia Urbana, convocados por el Sindicat d’Estudiants se han manifestado este jueves desde la plaza Universitat de Barcelona en solidaridad con Palestina y «contra el genocidio sionista» y la interceptación de la Global Summud Flotilla. Han iniciado la manifestación bajando por la calle Pelai hasta la plaza Catalunya y Urquinaona, para bajar por Via Laietana hasta la plaza Sant Jaume, al grito de ‘No es una guerra, es un genocidio’, ‘Hijo de puta, Donald Trump’ e ‘Israel asesina, Europa patrocina’.
En declaraciones a los periodistas, la portavoz del Sindicat d’Estudiants, Lua Millet, ha lamentado la situación en Palestina y se ha solidarizado con la flotilla; ha defendido que el «camino para parar este genocidio es presionando a los gobiernos» y ha hecho un llamamiento a sindicatos y organizaciones a convocar una huelga general. Ha pedido que se rompan todas las relaciones con Israel y, en este sentido, ve necesario hacer presión para conseguirlo: «Nos posicionamos del lado correcto de la historia». Se han registrado momentos de tensión cuando han pedido que los Mossos «liberen» a un menor que se han llevado para identificarle -estaban a la espera de la llegada de un tutor- después de que pegara pegatinas a favor de Palestina en un establecimiento, han proferido gritos en contra de la policía y han comenzado a tirar las vallas.