Nuestro cuello es, generalmente, el gran olvidado en el ejercicio físico. Sin embargo, una de las molestias más frecuentes que la mayoría de nosotros hemos experimentado, es la rigidez y o dolor para girar el cuello.
La famosa tortícolis que puede durar varios días.
La importancia de un cuello en condiciones saludables, es notoria.
Dado que además cierto número de personas experimentan esta rigidez en el cuello de manera crónica, incorporar ejercicios de fuerza y movilidad junto al resto de ejercicios para nuestro cuerpo es crear un hábito más de salud.
La tensión en toda la zona cervical, al intentar compensar el movimiento, cargando los músculos vecinos, podemos subsanarla con un cuello sano.
Entre compañeros de oficina o de hospital, la sobrecarga y tensión de la zona cervical es común. Las horas frente a pantallas y teléfonos móviles sentados sin variar la posición se pagan.
Todo ello hace que nuestro cuello soporte muchas tensiones, provocando esta molesta sensación de rigidez o dolor en la zona cervical. El cuello necesita muscularse, realizar estiramientos y relajarse.
La falta de fuerza de la musculatura profunda de la columna cervical, es la que provoca inestabilidad en esta zona. La atrofia muscular de la zona, es el origen de la problemática. También malas posturas o movimientos repetitivos.
Las contracturas musculares, provienen además de los movimientos repetitivos y las malas posturas, del estrés.
Mantener el cuello en flexión durante horas o aguantar el teléfono móvil entre la oreja y el hombro, a parte de malas posturas al dormir y también llevar pesadas cargas sobre los hombros son motivo de posibles lesiones, tensiones y o dolores. Las prisas pueden ser también el origen de estas patologías.
El fenómeno contrario, ocurre a veces. Lesiones en la zona cervical, pueden provocar rigidez en el cuello. Como ejemplo tenemos la artrosis cervical o la hernia discal. Un traumatismo agudo, como un golpe en el trabajo físico o en el deporte, incluso accidentalmente, pueden provocar dolor y/o lesión.
Algunas enfermedades infecciosas, pueden afectar a esta zona.
Ejercicios para paliar la rigidez muscular del cuello:
- Comenzar con unos giros suaves a derecha e izquierda, lentamente.
- Inclinar la cabeza hacia delante y ligeramente hacia atrás del mismo modo.
- Inclinar la cabeza a derecha e izquierda sobre cada hombro. Podemos ayudarnos con la mano del mismo lado al que inclinamos.
En la práctica de la gimnasia, existen una serie de ejercicios que afectan a nuestro cuello sin saberlo:
- En el levantamiento de pesas, la tensión en la zona cervical es habitual.
- Es en la práctica de los ejercicios abdominales, con las manos detrás del cuello, cuando se acostumbra a forzar más esta zona.
- En la práctica del yoga, existen asanas o posturas que, si no conocemos muy bien su ejecución, cargaran innecesariamente la zona cervical.
Tenemos una serie de músculos implicados en el movimiento y soporte del cuello. Algunos de ellos son: El esternocleidomastoideo, el escaleno medio y anterior, el angular del omóplato incluso el trapecio y otros tantos. Los beneficios de entrenar el cuello son múltiples:
- Despedirnos de mareos, pérdidas de equilibrio, migrañas. Nuestro sistema nervioso se verá beneficiado.
- Evitar lesiones en trabajos exigentes en esta parte del cuerpo.
- Ganar movilidad.
Ejercicios básicos:
El ejercicio isométrico con cinta elástica hacia delante y hacia atrás 10 segundos.
Hacia cada lado, también haciendo presión contra la mano del mismo lado si no disponemos de cinta elástica.