No uno, varios

Últimamente se nos está aconsejando el hacernos con un kit de supervivencia.  Los kit que solíamos utilizar en nuestras acampadas juveniles más que para sobrevivir eran para completar determinados artículos que íbamos a necesitar, botellín de agua, una pequeña navaja, una linterna, esparadrapo, mercromina, mechero y un paquetillo de cigarrillos y cuando regresábamos, todos solía estar intacto menos el paquete de cigarrillos. Porque eso era parte del juego, de un complemento más para una jornada alegre y desenfadada.   

Noticias relacionadas

Los kits de ahora son como el cuento de Blanca Nieves y el lobo feroz en que no se salva ni la abuela o como la mítica película de «La Guerra de los Mundos» en la que moría hasta el apuntador y es que se nos quiere salvar a base de porrazos en lugar de esforzarse a que no sea necesario hacerse con ellos. Pero como una gran parte de la humanidad está más por dominar que por convivir en paz, el negocio está asegurado.   

Yo ante lo visto y lo que me queda por ver, estoy por comprarme no uno sino varios y no solo para las inundaciones,    borrascas y amenazas bélicas sino    sobre todo para salvarme de todos esos mata ilusiones, destructores de sueños y esperanzas que intentan paralizar nuestros proyectos de vida. No estaría mal que nuestros pensantes de arriba, fabricaran algún kit para que pudieran sobrevivir quienes no pueden llegar a final de mes, a eso también se llama supervivencia.

Enlace de origen : No uno, varios