Maniobras evasivas para evitar colisiones y alerta constante durante toda la madrugada ante la presencia de los barcos militares. «Durante ese primer ataque intimidatorio, el capitán del Alma tuvo que realizar una fuerte maniobra evasiva para evitar una colisión frontal. La tripulación consiguió reaccionar con rapidez y pudo continuar la navegación con normalidad. Tras esto, la Marina israelí se
dirigió al barco Sirius, repitiendo las mismas maniobras durante más tiempo, hasta
retirarse», han relatado.
La activista Lucía Muñoz ha denunciado también la posición del Ejecutivo español tras el envío del
buque militar Furor. «De momento no sabemos a qué distancia está. Lo que sí sabemos
es el mensaje que ha trasladado: que no va a traspasar el bloqueo naval impuesto por
Israel. Ese bloqueo fue declarado ilegal el año pasado por la Corte Internacional de
Justicia», recuerda Muñoz.
El Gobierno recomendaba este martes a los integrantes de la flotilla que no entrar en la zona de exclusión establecida por el ejército israelí porque el buque de salvamento marítimo Furor «no puede acceder a ella ya que pondría en riesgo a su tripulación y a los integrantes de la propia flotilla». Para la portavoz balear de Podem aceptar esa restricción «es asumir como normal una amenaza de asalto y de secuestro a una acción pacífica y humanitaria, y significa avalar la impunidad de Israel y silenciar la denuncia del genocidio».
Muñoz ha añadido que, en lugar de ofrecer protección a la flotilla, el Gobierno «ha pedido que abandonemos la misión y está renunciando a ofrecernos la protección necesaria para llegar a Gaza. Con su acción y su omisión, se convierte en cómplice de lo que pueda suceder».
En la misma línea, la organización de la Global Sumud Flotilla ha criticado la postura del Ejecutivo español, tras el comunicado emitido por Moncloa. «Mientras la Armada israelí anuncia que impondrá una zona de exclusión de 120 millas náuticas —una ocupación de facto del Mediterráneo oriental—, el gobierno español se limita a pedir a la tripulación que abandone su misión y renuncia a ofrecerles la protección necesaria». Denuncian que esta posición «avala la impunidad de Israel y silencia la denuncia del genocidio» y acusa al Ejecutivo de Pedro Sánchez de «alinearse una vez más con el Estado de Israel en lugar de defender el derecho internacional y la vida de quienes intentan romper un bloqueo ilegal».