«Las elecciones no se anuncian, las elecciones se convocan», ha dicho en alusión al encontronazo que protagonizó este martes en el Parlament con el Grupo Socialista, a quien acusa de «improvisar». «Aunque a algunos les parezca que esto es un juego, las elecciones no se pueden convocar por oportunismo político», ya que solo se puede hacer «si la ciudadanía las reclama». También ha dejado claro que «desde el inicio de la legislatura», pese a gobernar en solitario «ha sido el Govern el que ha marcado el ritmo» por encima del «ruido parlamentario».
«Seguimos negociando un nuevo techo de gasto y creo que quienes tendrán que explicar su voto no seremos ni los que cumplimos con la obligación de presentarlo, ni los que daremos apoyo a que haya 600 millones de euros más para los retos de la Comunidad», ha sentenciado. En este sentido, ha reiterado que el Govern tiene «las herramientas» para seguir gobernando y que está «convencida» de que «los próximos meses» seguirán aprobando leyes que ahora están en tramitación, como la agraria.
Además, ha recordado que el Ejecutivo tiene aprobados unos presupuestos desde este verano y que «los últimos seis meses» ha sacado adelanta «cinco leyes, tres decretos ley» y que hay «otros cuatro» en tramitación. Se descarta asimismo la anticipación electoral si finalmente los presupuestos no consiguen los apoyos de Vox y/o PSOE y se deben prorrogar, una cuestión que se discutirá el próximo 2 de diciembre durante el debate del techo de gasto.
La grabadora de Cañadas
«Por mi puede llevar todas las grabadoras que quiera a cualquier reunión», ha ironizado Prohens sobre las afirmación que este martes hizo la diputada de Vox, Manuela Cañadas, sobre la necesidad de grabar las reuniones privadas con el PP. En relación a la ley de Proyecto Residencial Estratégico, ha dicho que «hay un texto aprobado en el BOIB» que plasma «el único acuerdo» entre PP y Vox sobre esta cuestión y que «si no reflejaba lo que pedía Vox, habrían votado en contra».
Sobre la lectura que hizo este martes Cañadas sobre la ley, ha señalado que «demuestra una falta de conocimiento de la ley que su propio grupo parlamentario aprobó». Ha hecho un paralelismo con esta situación y el acuerdo de vehicularación de la lengua en las aulas de Baleares: «Vox quiere cargarse el decreto de mínimos, la autonomía de centros y la ley de Normalización Lingüística. No es lo que habíamos acordado, por lo que votamos en contra y registramos nuestra propia propuesta que refleja fielmente lo pactado con Vox».
«Los acuerdo con Vox me implican y obligan», por lo que «pido lo mismo ha Vox», ha asegurado la líder del Ejecutivo balear. En este sentido, ha pedido al grupo de ultraderecha que no vaya en contra de lo que acuerda con el PP ni se desdiga con lo que previamente ha dicho.
