La evolución de este modelo ha sido progresiva y coherente. La NC nació en 2012 como un proyecto de diseño funcional, con el objetivo de ofrecer una moto asequible, cómoda y versátil para el día a día, pero con aptitudes también para viajar. Desde entonces, ha ido perfeccionando su propuesta sin perder la esencia: facilidad de uso, bajo consumo, mantenimiento sencillo y una estética sobria pero actual. El último rediseño importante llegó en 2021, con mejoras en el chasis, electrónica, rendimiento y peso. Esa versión es la que hoy sigue en catálogo, ya plenamente madura, y que ha recibido en 2024 una serie de promociones orientadas a reforzar su carácter rutero.

Estéticamente, la Honda NC750X tiene una presencia que mezcla robustez y sencillez. No es una moto ostentosa, pero transmite solidez y modernidad. La parte delantera está dominada por un faro LED afilado y una cúpula regulable que protege bien al piloto. El depósito en realidad no lo es: es un hueco portaobjetos con capacidad para guardar un casco integral, un detalle único en el mercado que refuerza su carácter práctico. Las líneas laterales son limpias, con carenados funcionales y una zaga bien resuelta. En conjunto, es una moto que gusta sin hacer ruido, diseñada con lógica y con un aire contemporáneo que ha sabido resistir el paso del tiempo.
El motor es el mismo que montan la X-ADV y la Forza 750, un bicilíndrico en línea de 745 cc, refrigerado por líquido, con distribución SOHC y culata de 8 válvulas. Entrega 58,6 CV a 6.750 rpm y un par motor de 69 Nm a 4.750 rpm, cifras modestas sobre el papel, pero más que suficientes en la práctica. El comportamiento es suave, elástico y muy progresivo, con una entrega de par inmediata y una respuesta muy dosificable.

Está disponible con cambio manual de seis marchas o con la transmisión automática DCT, un sistema de doble embrague que es ya marca de la casa y que convierte la conducción urbana y rutera en una experiencia fluida y sin complicaciones. El consumo medio real ronda los 3,5 litros a los 100 km, lo que unido a un depósito de 14 litros permite una autonomía generosa incluso en viajes largos.
En carretera, la NC750X se comporta con una naturalidad pasmosa. Su chasis tubular de acero, su bajo centro de gravedad (gracias al motor inclinado hacia delante) y sus suspensiones de tarado equilibrado ofrecen un conjunto muy estable, predecible y fácil de llevar. No es una moto deportiva, pero transmite seguridad y agilidad tanto en ciudad como en tramos revirados.

La frenada es potente y bien dosificada, con pinza delantera de doble pistón y ABS. La posición de conducción es elevada, con buena visibilidad y control total del conjunto, lo que se agradece tanto en trayectos urbanos como en carretera abierta. La agilidad en maniobras lentas es otro de sus puntos fuertes.
El equipamiento es funcional y muy completo. De serie, incluye iluminación full LED, cuadro digital con múltiples funciones, control de tracción HSTC de varios niveles y modos de conducción seleccionables. En la versión con cambio DCT, estos modos ajustan también el comportamiento del cambio automático, lo que añade una capa extra de personalización.

Además, Honda ofrece actualmente una promoción con maletas laterales de serie, lo que refuerza su enfoque viajero. Estas maletas se integran muy bien en el conjunto, son resistentes y de buen volumen, perfectas para escapadas de fin de semana o viajes más largos.
La comodidad es otro de los pilares de esta moto. El asiento es bajo (800 mm), lo que permite llegar con facilidad al suelo y reduce el estrés en paradas. Es acogedor tanto para el piloto como para el pasajero, con un mullido correcto y una buena ergonomía. Las estriberas están bien situadas y el manillar elevado permite una postura natural y descansada.

La protección aerodinámica, sin ser de turismo puro, es más que suficiente para mantener el confort en autopista. En marcha, la ausencia de vibraciones y la buena insonorización mecánica transmiten una sensación de calidad real, más cercana a segmentos superiores que a una media cilindrada.
En definitiva, la Honda NC750X no pretende deslumbrar con cifras extremas ni con marketing ruidoso. Su gran virtud es el equilibrio. Es una moto que sirve para el día a día, para escaparse el fin de semana, para recorrer media Europa o para aprender a rodar sin complicaciones.

Es eficiente, sólida, bien equipada, y además, tiene un precio muy competitivo en relación a lo que ofrece. El hecho de que ahora venga con maletas de regalo solo refuerza su argumento como una de las motos más prácticas y lógicas del mercado. No es solo una herramienta para moverse: es una compañera que invita a viajar lejos… y a volver siempre por más.