El Suzuki Vitara nació en 1988 como un todoterreno compacto de enfoque más bien lúdico. Desde entonces ha ido adaptándose a los nuevos tiempos, sin perder nunca su esencia de coche robusto y polivalente. A lo largo de sus generaciones ha ganado en confort, tecnología y eficiencia, manteniéndose como una de las opciones más equilibradas en el segmento B-SUV. En su generación actual, lanzada en 2015 y actualizada en varias ocasiones, el Vitara ha recibido una serie de mejoras que lo mantienen vigente frente a una competencia cada vez más numerosa e intensa. La próxima versión de este mítico modelo, prevista para el 2026, será inicialmente 100% eléctrico.

La versión 1.4 Mild Hybrid que hemos probado representa una evolución discreta pero interesante del modelo. Suzuki no ha querido tocar demasiado un coche que funciona, pero sí ha introducido mejoras en aspectos concretos que suman valor. Por fuera, el Vitara mantiene sus proporciones compactas y ese aire entre SUV urbano y aventurero que lo ha caracterizado siempre. Tiene una longitud de 4,17 metros, lo que lo hace muy manejable en ciudad, pero suficiente para ofrecer buena habitabilidad. El diseño frontal, con su parrilla cromada y ópticas LED, sigue siendo moderno. Las formas cuadradas de la carrocería no solo le dan personalidad, sino que también optimizan el espacio interior.
Debajo del capó encontramos el ya conocido motor 1.4 BoosterJet, un bloque turboalimentado de gasolina con 129 CV, al que se le suma un sistema de hibridación ligera de 48V. Este sistema no permite una conducción completamente eléctrica, pero sí aporta asistencia al motor térmico en aceleraciones y reduce el consumo. Se asocia a un cambio manual de seis velocidades de tacto preciso. La unidad que hemos probado nosotros es de tracción delantera, aunque existe la posibilidad de solicitarlo con tracción total AllGrip.

En cuanto a prestaciones, este Vitara acelera de 0 a 100 km/h en unos 9,5 segundos, una cifra más que correcta, y ofrece una respuesta viva y progresiva. El consumo medio ronda los 5,5 litros a los 100 km, gracias a la ayuda del sistema eléctrico y al bajo peso del conjunto. Nosotros hemos conseguido 5,9 litros, que también es una cifra interesante.
En marcha, el Vitara destaca por su equilibrio. No pretende ser un SUV deportivo, pero su ligereza le da agilidad en ciudad y firmeza en carretera. La dirección es directa, y la suspensión, sin ser dura, contiene bien los movimientos de la carrocería. Su punto fuerte sigue siendo la versatilidad: se defiende bien en entorno urbano, se muestra cómodo en autovía y, gracias a su altura libre al suelo y al sistema AllGrip en las versiones 4×4, no desentona fuera del asfalto. No es un todoterreno puro, pero puede afrontar caminos de tierra o nieve con solvencia.

El interior ha recibido mejoras que, aunque sutiles, aportan una sensación más actual. Lo primero que se nota es el nuevo diseño de la llave inteligente, más moderno y ergonómico. También es novedad la pantalla táctil central, de mayor tamaño (9 pulgadas), que ahora incluye conectividad inalámbrica para Apple CarPlay y Android Auto. El sistema multimedia ha mejorado en fluidez y respuesta, algo que era necesario. El salpicadero mantiene un diseño sobrio y bien organizado, con mandos físicos para el climatizador, lo que facilita su uso durante la conducción. Los materiales del habitáculo sorprenden por su calidad en un coche de este segmento. Apenas hay plásticos duros a la vista, y la sensación general es de buen ajuste y solidez.
En cuanto a equipamiento, el Vitara sigue siendo uno de los modelos más completos de su categoría. De serie ya ofrece faros LED, control de crucero adaptativo, aviso de salida de carril, frenada automática de emergencia, cámara trasera, climatizador automático y navegador. Las versiones más altas añaden tapicería mixta, techo panorámico practicable o asientos calefactables. No hace falta recurrir a un sinfín de extras para tener un coche bien equipado, y eso es algo que muchos conductores valoran.

El espacio interior está bien aprovechado. Las plazas delanteras son amplias y cómodas, con buena visibilidad y una posición de conducción elevada. Detrás, tres adultos pueden viajar sin problemas gracias a un correcto espacio para piernas y cabeza, aunque la plaza central trasera es algo más justa. En cuanto al maletero, ofrece 375 litros de capacidad, que se reducen ligeramente en los modelos con tracción total. No es de los más grandes del segmento, pero su forma regular y el doble fondo lo hacen práctico.
En resumen, el Suzuki Vitara 1.4 Mild Hybrid sigue siendo una propuesta muy coherente. A pesar de su veteranía, se mantiene como un SUV compacto sólido, bien equipado y con un rendimiento más que notable. Las mejoras introducidas en esta actualización no son muchas, pero sí relevantes para seguir siendo competitivo. Su equilibrio entre prestaciones, consumo, equipamiento y habitabilidad lo convierten en una opción muy recomendable para quienes buscan un coche práctico, con imagen y con la fiabilidad de una marca con historia.

Podéis encontrar y probar este nuevo Suzuki Vitara en el concesionario Suzuki Tecnicars Mallorca, situado en Gran Via Asima, 11 del polígon de Son Castelló de Palma.