Que no te pille la muerte sin haber vivido

Durante la vida piensa en la muerte. Te hará bien. La muerte no debe darnos miedo. Es el final lógico de la vida. La muerte, meditada con serenidad, hace más significativa la vida. Le da un brillo especial.

No pases por la vida rutinariamente. Que no te pille la muerte sin haber vivido.

Vida y muerte están íntimamente entrelazadas. La vida debe tener muy en cuenta la muerte y la muerte debe estimular el sentido de la vida.

Evitemos estos dos extremos: vivir sin pensar en la muerte y morir sin haber vivido intensamente.

Los que viven como si nunca fuesen a morir, mueren como si nunca hubiesen vivido. Son dos extremos que van de la mano. Procuremos nosotros hacer lo contrario: vivamos pensando en la muerte y muramos después de haber vivido intensamente.