Que vienen los bárbaros

Siglos llevamos escuchando que vienen los bárbaros, que vienen, y quien dice bárbaros dice los zombis, los migrantes, los rusos o los extraterrestres. Sin olvidar a los chinos. Ante tales alarmas reiteradas, ciertos intelectuales muy sarcásticos respondían asegurando que los bárbaros siempre han estado aquí, a qué santo tanto alboroto, mientras numerosos patriotas, los verdaderos destinatarios de esas alarmas, exhibían su arrojo lanzando retos y desafíos. Que vengan, que vengan ya si tienen cojones. A que no se atreven. La amenaza de los bárbaros, sean quienes sean y estén donde estén, es un clásico de toda la vida, y como es propio de los clásicos, se adapta a cualquier época y situación. Evoluciona, se actualiza, se diversifica. Ahora, por ejemplo, además de los rusos que han despertado la euforia guerrera y armamentista en toda Europa, y los extraterrestres habituales, tenemos bárbaros tecnológicos (la IA que nos estallará en la cara arrasando los mercados), bárbaros climáticos muy negacionistas y cómo no, bárbaros económicos estadounidenses, a los que haremos grandes otra vez comprándoles cantidades exorbitantes de armamento y munición para defendernos de los bárbaros ya mencionados. Mucha barbaridad, desde luego. Y un detalle local novedoso sobre bárbaros que ya están aquí. A diario se nos informa de que nuestros jovencitos, tal vez abrumados por las amenazas de los bárbaros, o confundidos por la barbarie tecnológica, se están haciendo franquistas y fascistas sin saber siquiera qué era eso, y como además están muy enfadados con las jovencitas al creer que les atacan, en lugar de disfrutar en grande con ellas que sería lo propio de la juventud, se han pasado en masa a la ultraderecha nutriendo las filas de bárbaros interiores. Una novedad que tal vez no sea sólo local, porque al perecer ocurre en todas partes. Si no tienes dinero, ni vivienda, ni chica… Pues eso, que te haces franquista. Extrañísimo, pero llevamos tanto tiempo escuchando que vienen los bárbaros, o que ya están aquí, que nos tragamos las cosas más raras. Siempre que sean barbaridades, claro está. ¿Debería yo tener una opinión sobre la llegada de los bárbaros? Quizá. Pero no la tengo.

Enlace de origen : Que vienen los bárbaros