
El recetario ortodoxo se retoma con fuerza. Bajar impuestos sobre todo a los ricos, equilibrar las cuentas públicas –es decir: recortar en servicios sociales, en sanidad y en educación– e ir hacia procesos mayores de des-regulación económica en todos los mercados. Se está apreciando esto en declaraciones firmes de dirigentes europeos, que advierten –casos de Alemania y Francia– que el estado del bienestar tal y como lo entendemos hasta el momento, es insostenible. El error es monumental; y esto no es una opinión: la historia económica revela que tales propuestas han significado penalizar la productividad, el desarrollo económico y el bienestar de la población. Con datos, con cifras. Sin demagogias ni orientaciones ideológicas. Es, por tanto, la reducción del gasto social. Pero, ojo, no así del militar: desde Washington se nos exige llegar al 5 por ciento del PIB, un límite que significa sacrificar precisamente todo lo social a lo militar. Sin que se llegue a apreciar las ventajas de ese 5 por ciento (una magnitud aleatoria: ¿por qué no el 4 por ciento o el 3 por ciento?). Bueno, sí: el gran beneficiario es el complejo industrial-militar de Estados Unidos. La Comisión Europea debería salir ya de la genuflexión: hay detrás casi 500 millones de consumidores. Masa demográfica potente.
Rebecca es una apasionada del marketing digital y una dedicada líder de equipo. Le encanta probar y compartir los últimos conocimientos sobre las tendencias de la industria, el crecimiento del mercado y el análisis de palabras clave con el nuevo algoritmo de Google y otros motores de búsqueda. Ella sabe efectivamente cómo el contenido alimenta diferentes subconjuntos del plan de marketing y comprende cómo desarrollar y compartir los activos de contenido en los canales correctos.
Enlace de origen : Recortando el estado del bienestar
