Las lluvias que, de forma inesperada, cayeron a primera hora de la mañana de este jueves en Ciutadella, provocaron nuevos vertidos fecales en Sa Platja Gran, obligando al Ayuntamiento a clausurar la cala una vez más.
Este tipo de incidencias no son una novedad en el municipio de poniente. De hecho, el último caso se produjo el 16 de mayo y la playa permaneció cerrada durante toda una semana.
En esta ocasión, el desborde de aguas negras vino motivado por los 8 litros por metro cuadrado que cayeron sobre la ciudad en dos horas.
Tal como exponía la concejal de Medio Ambiente, Maria Jesús Bagur, se colgó la bandera roja para advertir del cierre a los usuarios y señaló que recientemente hubo una reunión con técnicos en la Isla de la Agència Balear de l’Aigua i la Qualitat Ambiental (Abaqua) donde «se valoraron posibles soluciones técnicas».
Soluciones
Y es que, como señaló en mayo la propia edil, el problema de base es la propia red de alcantarillado de buena parte del municipio, sin canalizaciones independientes para las aguas pluviales. De este modo, confluyen en las alcantarillas tanto las aguas fecales como las de lluvia, provocando derramamientos cuando llueve por encima de la capacidad de la bomba de impulsión situada junto a la piscina municipal descubierta del Canal Salat.
Desde el Consistorio «pedimos la colaboración entre administraciones para encontrar soluciones viables», las cuales, según Bagur, «sabemos que son de gran calado y no es fácil ni encontrarlas ni ejecutarlas con rapidez».
Las lluvias fueron especialmente intensas en el norte de Mallorca y hubo alerta amarilla hasta las 10 horas tanto en la isla vecina como en Menorca.