Trasladar a la ciudadanía estas quejas es resultado, explica UGT, de la desatención que han recibido las peticiones de los policías, tanto en las periódicas mesas de negociación, como en una reunión mantenida con la entonces regidora del área de Seguridad Ciudadana, Elena Costa, para mejorar la situación de la prefectura, especialmente desde que fuera nombrado el nuevo responsable policial, Pedro Vives.
Lamenta UGT que el Ayuntamiento, por un lado, anime en los institutos a los adolescentes a convertirse en policías locales de Maó como una buena salida profesional, cuando a la hora de la verdad los propios agentes no disponen de asignación suficiente para su vestuario. Más flagrante es el caso de los últimos incorporados, tanto funcionarios como interinos, quienes han de recurrir a compañeros o familiares para completar las piezas de su uniforme, indica el sindicato. El equipo de gobierno, que rechaza en bloque todas las quejas de UGT, asegura que los nuevos agentes reciben el equipamiento necesario aunque según la disponibilidad se da prioridad a los que ya llevan tiempo en el colectivo.
Denuncian, en este sentido, que ante el riesgo de que cambien pronto de destino no se les facilita todo el equipo. Cada agente recibe 450 euros anuales para estos gastos cuando antes percibían 711. Desde el gobierno aseguran que la previsión de presupuesto para este ejercicio mantiene la misma partida de 40.000 euros por ese concepto, que la destinada en 2024.
UGT subraya que a los últimos agentes incorporados a la prefectura no se les ha hecho el test psicotécnico preceptivo para poder usar armas, y por tanto estos policías no pueden entrar en la rotación de los turnos nocturnos, que están limitadas a cuatro policías más un quinto en la prefectura debido a la crónica falta de efectivos. Desde el consistorio admiten que dos interinos están en esta situación porque se encuentran inmersos en procesos selectivos para obtener plaza en otros municipios, de ahí que se evite el gasto de estos exámenes por sin finalmente se marchan de Maó.
UGT señala que propuso meses atrás al departamento de Recursos Humanos que los agentes se sometieran a un test psicosocial para determinar su estado de ánimo por el estrés y la ansiedad que advierten muchos de ellos, y aplicar soluciones en ese caso pero esta petición tampoco resultó atendida.
Afines a CCOO estiman que las denuncias son un ataque al inspector jefe y una reacción por haber perdido la mayor representación que tenían hasta las últimas elecciones en la mesa de negociación.
El apunte
Compromiso de 4 agentes por turno y horas extras a 46 euros en festivos
