Un cuarto de siglo en el diván

Balears lleva un cuarto de siglo tumbada en el diván del psicólogo reflexionando sobre el sentido de la vida y preguntándose de dónde viene y hacia dónde tiene que ir. Hace 25 años que las Islas avanzan en círculos: tras cada reflexión sobre qué debe hacerse, al final se acaba en el punto de inicio, o sea, en el diván.      Es lo que ha pasado esta semana en el Parlament, con la imprevista reflexión de la presidenta del Govern, Marga Prohens, que ahora señala al aeropuerto para que miremos su dedo y no veamos la luna, la consolidación de esas 90.000 plazas de alquiler turístico que creó la izquierda, sí, pero que ella convalida para siempre.

Ilustración: Zaca

Esta semana Prohens miraba al aeropuerto, la madre de todos los problemas de saturación en las Islas. Seguramente ha llegado la hora de plantear en serio la cogestión de estas instalaciones,    pero mirar ahora    al aeropuerto es tanto como mirar a Pedro Sánchez y señalarle por los problemas turísticos y aquí vale plantear una duda razonable. ¿También lo haría Prohens si Alberto Núñez Feijóo fuera el presidente o simplemente lo hace porque el presidente es Sánchez?

La presidenta ha reprochado a Més que no haga nada para cerrar las puertas de las Islas cuando, precisamente, son los ecosoberanistas quienes llevan más de 25 años señalando a Son Sant Joan como el origen de todos los males. Allí se intentó implantar la primera ecotasa y no se pudo.

Volvemos, entonces, a Son Sant Joan, donde ya estábamos    hace 25 años. Incluso antes. En la época de Gabriel Cañellas como president,    se hizo el primer intento de controlar el desaguisado turístico con los decretos Cladera. Jaume Matas, poco después, aprobó la primera moratoria turística de la historia de Balears para fijar un tope de un máximo de 300.000 plazas. Francesc Antich y la izquierda promovieron la ecotasa con fines recaudatorios, pero también disuasorios. Llegó José Ramón Bauzá y la moratoria saltó por los aires para favorecer la modernización hotelelera de las zonas obsoletas. En su época comenzó tímidamente el alquiler vacacional, que eclosionó durante el mandato de Francina Armengol, con la que llegó la segunda moratoria tras la de Matas. Ahora está Marga Prohens y vuelve a mirar al aeropuerto, aquella colosal obra que se construyó en los años 90 auspiciado por Felipe González.    Hemos vuelto a caminar en círculos para llegar al punto de partida. Volvemos a estar en el diván para repensar de nuevo hacia dónde hay que ir. Pero mientras la política avanza en círculos, otros aprovechan y toman el camino más recto y menos sinuoso, como demuestran los datos: hace 25 años llegaron a Balears 11,2 millones de turistas. En el año 2024 lo hicieron 18,7 millones. Pero sigamos en el diván mientras tanto…

Enlace de origen : Un cuarto de siglo en el diván