Este viernes de madrugada, una embarcación fue interceptada por Salvamento Marítimo cuando se aproximaba a las costas de Ibiza. Entre los ocupantes de la patera, que venían de Argelia, viajaba un menor de edad que comunicó a los agentes que venía acompañado de un cachorro.
Ante esta situación, la Policía Nacional activó el protocolo habitual en estos casos y avisó a los servicios municipales de recogida de animales, dependientes del Centro de Protección Animal de Sa Coma. El perro, de dos meses de edad, fue trasladado a la clínica veterinaria de San Jorge, donde ha quedado en cuarentena.
El motivo principal de esta actuación es que Argelia es un país considerado de riesgo por rabia, enfermedad que no está erradicada y para la que no se realizan controles veterinarios sistemáticos. Por ello, la normativa tiene dos vías: la repatriación del animal o el sacrificio. Según fuentes municipales, desde el Ayuntamiento y desde la propia clínica se han mostrado contrarios a esta última medida, siempre que el animal no dé positivo ni muestre síntomas compatibles.
En este momento, el cachorro no presenta signos de enfermedad y, según indican desde el centro veterinario, se encuentra en buen estado de salud. Aun así, debe mantenerse el aislamiento de unos 40 días hasta que se determine el riesgo real. Además, en España no se vacuna de la rabia hasta el tercer mes, por lo que aquí tampoco estaría vacunado.
Este viernes, se autorizó su traslado a las instalaciones del centro de Sa Coma, donde podrá continuar la cuarentena en condiciones más adecuadas, dado que las instalaciones permiten mayor espacio y mejores condiciones higiénico-sanitarias.
Tanto el Ayuntamiento como la clínica han solicitado a la Conselleria y al Ministerio que se considere una solución alternativa al sacrificio, con la posibilidad de mantener la cuarentena durante el tiempo necesario y, si todo evoluciona favorablemente, permitir su adopción. De momento, el cachorro sigue bajo observación.