Yoga sentados en una silla

Actualmente la práctica del yoga se ha extendido de manera que muchas personas de diferentes edades y sexo lo practican. Se recomienda por la tranquilidad que produce y la flexibilidad que aumenta, pero bastantes de las posturas, asanas, pueden ser forzadas para las articulaciones de un buen número de personas.

El yoga sentados en una silla es una buena opción para las personas que quieran practicar sin hacerlo en el suelo, debido a lesiones, temporales o permanentes, o dificultades en su movilidad o simplemente por comodidad.

En primer lugar puede iniciarse la sesión con unas respiraciones tranquilas, lentas y completas con los ojos entornados, mirando un punto fijo. Bastarán unas tres respiraciones, tomando consciencia de nuestras sensaciones corporales.

Unos estiramientos de cuello:

  • – Inclinando la cabeza lentamente hacia la derecha, volviendo a la posición central y repitiendo el movimiento hacia el lado izquierdo. La respiración acompañará al movimiento, inspirar en el centro, sacar el aire en la inclinación, inspirar de nuevo para regresar a la posición inicial. Tres repeticiones.
  • – Girar la cabeza hacia la derecha expulsando el aire, inspirar para regresar a la posición inicial. Repetir a la izquierda. Tres repeticiones.
  • – El mismo proceso inclinando la cabeza hacia adelante, sacando el aire e inspirando al regresar a la posición inicial. Tres repeticiones.
  • – Rotaremos los hombros, tres veces hacia atrás y tres veces hacia delante.
  • – Subiremos al máximo los dos hombros bajándolos también al máximo a continuación.
  • – Estiramiento de los brazos hacia arriba con los dedos de las manos entrelazados y girando las palmas hacia fuera. Inspiramos, y al bajarlos expelemos el aire lentamente. Tres repeticiones.
  • – Estiramiento de brazos hacia delante. Misma técnica. Tres repeticiones.
  • – Extensión de una pierna hacia delante, en línea con el plano del asiento de la silla. Flexionar el pie hacia arriba, resistir tres respiraciones.
  • – Mismo ejercicio con la otra pierna.
  • – Si tenemos buena forma física, hacerlo con las dos piernas a la vez.
  • – Girar el torso hacia un lado abrazando con el brazo del lado contrario la zona de las costillas y la silla por detrás con el brazo del mismo lado. Expulsar el aire mientras giramos. Inspirar al recuperar. Tres respiraciones. Repetir hacia el otro lado. También podemos quedar en la torsión tres respiraciones y regresar lentamente inspirando.
  • – Flexión del tronco hacia delante. Nos inclinaremos al máximo expulsando el aire. Los brazos bajarán, cruzándose detrás de las rodillas, mientras cada mano agarra la muñeca contraria. Expulsamos el aire. Inspiramos al recuperar la postura erguida de torso. También podemos quedar tres respiraciones en la flexión.

Como de costumbre es básico adaptar los ejercicios a nuestro nivel de preparación física. Con la práctica habitual, avanzaremos sin darnos casi cuenta. Es importante acompañar los movimientos con el ritmo respiratorio.

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