La patata caliente de la reforma de la financiación autonómica

El Govern de Marga Prohens rechaza la propuesta del presidente de la Generalitat de Catalunya en funciones, Pere Aragonès, para conseguir una «soberanía fiscal plena» mediante la recaudación y gestión de todos los impuestos que se pagan en esta comunidad autónoma. Esta iniciativa de «financiación singular» para Catalunya ya ha sido rechazada por varias autonomías, entre ellas Balears.

El vicepresidente y conseller de Hacienda, Antoni Costa, afirma que, además de inconstitucional, Balears sería una de las «grandes perjudicadas» por este nuevo modelo. Según Costa, las Islas es una de las comunidades que más aporta al Estado y con la ‘fórmula Aragonès’ tendría que pagar más impuestos. La cuestión de fondo, una gran patata caliente política que el Gobierno de Pedro Sánchez no se atreve a abordar, es la reforma de la financiación autonómica.

Tiene razón el Govern Prohens al afirmar que la negociación debe llevarse a cabo de manera multilateral con todas las comunidades y no únicamente con Catalunya, que exige un modelo exclusivo. En enero pasado no prosperó la reclamación de Junts para publicar las balanzas fiscales de cada autonomía, pero deberán ponerse sobre la mesa y se sabrá la solidaridad de cada territorio. Balears es una de las comunidades más perjudicadas por un sistema de financiación aprobado en 2009. Quince años después sigue aún sin ser revisado ni actualizado.

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